Dos de las principales empresas de rent a car mundiales de vehículos, Avis Budget y Hertz, han anunciado que iniciarán un proceso de despidos de empleados con el fin de mitigar los efectos del virus Covid-19, días después de que sus índices bursátiles se desplomaran y solicitaran al Tesoro ser incluidas en un fondo de ayuda especial para empresas afectadas por el ‘crash’ del turismo provocado por el coronavirus.
La multinacional de alquiler de vehículos Avis Budget anunció ayer, en concreto, que introducirá un programa de ajustes y reducción de costes que le permita salvaguardar 400 millones de dólares.
Según anunció ayer la empresa estadounidense, el grupo reducirá de modo “agresivo” su flota de vehículos, ajustará el empleo a la demanda actual, reducirá los costes operativos y frenará las inversiones.
Gira el móvil para ver la info completa
https://fleetpeople.es/batacazo-bursatil-rent-a-car/
Previsión de caídas en el rent a car del 60%
“Estos ahorros nos servirán incluso cuando pase la emergencia”, ha asegurado la compañía, que prevé ya que la demanda de alquileres de vehículos para abril “y más adelante” se ha reducido en casi un 60%.
En el caso de Hertz, que no ha efectuado ninguna comunicación todavía al respecto, anunció que suprimirá empleos, sin identificar un número concreto, a través de una información interna dirigida a la plantilla el pasado día 21 por el director de Operaciones de la empresa, Paul Stone, y que ha obtenido la agencia Bloomberg.
“Nunca antes habíamos experimentado algo de una magnitud así, con un impacto tan profundo en nuestro negocio”, dice Stone en la comunicación.
Tanto Hertz como Avis y Enterprise Holdings, esta última la primera alquiladora de vehículos mundial, solicitaron días atrás ser incluidas en un programa específico de ayudas gubernamentales para las empresas más afectadas por la caída del turismo, como las aerolíneas.
En el caso de Avis Budget, la compañía del sector que más información está facilitando sobre el sector tanto al público como a los medios de comunicación en la actual coyuntura, llevaba una deriva positiva de negocio hasta marzo y vio cómo sus ingresos aumentaron un 9% en enero y febrero pasado, además de un 8% los alquileres diarios.
Desplome bursátil sin precedentes
La acción de la rent a car se ha desplomado desde los algo más de 50 dólares del 20 de febrero pasado hasta el suelo de menos de ocho dólares por titulo del 18 de marzo pasado, echando abajo su valor de mercado. En los últimos días, no obstante, la acción de la firma ha rebotado por encima de los once dólares y parece seguir subiendo.
En el mismo periodo, la acción de Hertz ha descendido con mucha brusquedad y hasta apenas 3,3 dólares respecto de los algo más de 20 dólares del 20 de febrero pasado, si bien igualmente ha repuntado en las dos últimas jornadas bursátiles hasta el entorno de ocho dólares.
La rent a car Enterprise Holdings pertenece a un family office, la familia Taylor, que siempre ha decidido mantenerse al margen de la Bolsa. Uno de sus antiguos vicepresidentes, hoy retirado de la compañía, confiaba años atrás a Fleet People que la compañía siempre ha dispuesto de fondos propios para acometer todas las inversiones necesarias sin recurrir a financiación externa: ni bancos, ni emisiones de deuda ni salidas a Bolsa para captar capital.
Respecto de la liquidez de las otras dos compañías, Avis y Hertz, en el caso de la primera aseguró ayer a través de su máximo responsable que “dadas las medidas que hemos adoptado para reducir nuestra flota y obtener el tamaño adecuado de nuestras operaciones en función de la bajada en reservas, esperamos disponer de la liquidez suficiente para operar durante 2020 y más allá de esta fecha”.
En este momento, la empresa no cuenta con vencimientos de deuda a corto y la corporativa la tiene prorrogada hasta 2023.
Hertz podría pasar más dificultades. La firma Zacks Equity señalaba recientemente que el ratio de deuda frente a capitalización o valor de la multinacional estaba situado en el 90,9%, respecto de un promedio del sector del 49,4%. La alquiladora terminó el año pasado con una liquidez en caja negativa de cerca de 210 millones de dólares.
