Una magistrada del Estados norteamericano de Delaware ha sentenciado que el propietario de Tesla Motors y X, Elon Musk, no tiene derecho a percibir un bono de compensación valorado en 56.000 millones de dólares (53.300 millones de euros al cambio actual) que él mismo aprobó en Junta de Accionistas, que posteriormente fue refutado y que, de nuevo y en junio pasado, fue reinstaurado por su Consejo.
El fallo del tribunal ha dictaminado que Elon Musk aprobó ese bono propio mostrando información calificada como «engañosa» a sus accionistas, lo que se traduce en la invalidación del mismo y el retorno al estado original de las cuentas de la comapñía, sin tener en cuenta la compensación.
Hay que recordar que la misma jueza ya dictaminó en enero pasado que dicho bono de compensación era demasiado y procedió a sus suspensión.
Tesla ha asegurado de modo público que la decisión «es errónea» y ha confirmado que apelará ante la Corte Suprema de Delaware, argumentando al respecto que los accionistas de la compañía han respaldado la percepción de tal cantidad de dinero.
Originalmente, la existencia del bono de compensación se ligó a determinados objetivos de rendimiento de la empresa y a su evolución en Bolsa, lo que de hecho prácticamente ha duplicado la cantidad del bono hasta cerca de 100.000 millones de dólares, puesto que la propuesta de abono se inició en 2018.
En ese momento, los accionistas que estaban en contra del bono reclamaron que esa percepción de emolumentos prevista multiplicaría por más de 30 el bono promedio de cualquier ejecutivo global situado en la misma posición que Musk.
En cuanto a los targets de rendimiento y Bolsa, y de acuerdo con una información publicada por Reuters, estos se han cumplido a lo largo de estos últimos ejercicios, un elemento clave para varios grupos de accionistas minoritarios de Tesla, que han apoyado el incremento en los emolumentos de Elon Musk, que no cuenta con un sueldo fijo asignado en la empresa.
Esos accionistas no solo han apoyado a Musk, sino que durante este ejercicio y desde enero, cuando la jueza revocó el bono, han enviado miles de cartas al tribunal en señal de defensa del consejero delegado de Tesla.
Sin embargo, el juicio se inició, precisamente, porque otro grupo de accionistas y fondos de inversión de la empresa expresó su desacuerdo con la compensación que Elon Musk pretendía cobrar. En este momento, la pérdida del juicio le supondrá a Tesla una minuta en abogados superior a 300 millones de euros.
El fallo ha intensificado el debate en redes sociales, donde inversores individuales y defensores de Musk han criticado la intervención judicial, e incluso algunos de ellos, según Reuters, han señalado que ignorar el voto de los accionistas «socava su poder dentro de las empresas públicas».