Tras haber invertido más de 1.100 millones de euros en el nuevo León, Seat está alcanzando nuevas cotas de fabricación y atención a sus clientes con una gama en la que encontramos motores turbo gasolina TSI, de 90 a 130 CV, turbodiésel TDI de 115 o 150 CV, por gas natural comprimido TGI de 130 CV y, atención, híbridos: e-TSI con 150 CV y etiqueta ECO , y aquí viene el do de pecho, un híbrido enchufable de 204 CV y etiqueta “0” (Cero).
Con estrategias como la de la marca española es muy difícil negarnos a comprar un León, de hecho, cada vez menos europeos (españoles incluidos) se niegan y, socialmente hablando, Seat empieza a “poner picas en Flandes” con la hibridación.
En este caso, Flandes son cualquier ciudad, incluso población, de más de 100.000 habitantes.
Porque, que la electrificación ha venido para quedarse es difícil, perdón, imposible de negar… o siquiera negociar. Pero que el momento sea ahora, eso ya es otro cantar. España compra en torno al 80% de la electricidad que consume. Y, de la parte que creamos, solo el 20% es conseguida con energías renovables: eólica o solar, principalmente.
El resto, la mayoría proviene del carbón y/o el gas. Las nucleares están demonizadas, principalmente por sus residuos, y las angelicales energías provenientes de las mareas u otras, perdón por la expresión, ideas de “ciencia a ficción” están, por desgracia y por el momento, en fase prácticamente embrionaria.
Con este panorama nacional, el desarrollo de la infraestructura necesaria para popularizar el coche eléctrico, aparte de por lo caro de la misma, va, digamos, estrepitosamente lento. Y con el revuelo que se ha formado con la subida de la tarifa de la luz, según nuestras informaciones, más por vía impuestos que por otra cosa, está el patio como para comprar un híbrido.
Seat León E-Hybrid: Un euro diario
Pues si lo vas a usar durante 30-40 kilómetros al día, entorno urbano puro y tienes donde cárgalo cada noche… no es tan mala idea. Por un euro de recarga al día, te moverás con el Seat León e-Hybrid de 204 CV por la ciudad como pez en el agua. Y es más interesante aún, si consigues cargarlo gratis en la oficina.
Lo único que has de tener en cuenta que homologa 66 kilómetros de autonomía pero que yendo despacio y sólo por la ciudad, es decir, no pisar la autopista, sino únicamente despacito de “semáforo en semáforo”, harás unos 50… Son muchos, pero calcula bien tus rutas si quieres exprimir la carga de electricidad.
Para viajes largos ya tendrás que depender de la gasolina, sus precios y unos ocho litros a los 100 de consumo. Más la diferencia de precio con un TSI o TDI normales. Echa bien las cuentas.
Desde ya, si tu cometido laboral te lleva a viajar constantemente, pide un TDI, hazte mil kilómetros con cien euros y déjate de florituras híbridas. Pero, a lo que vamos, si el León híbrido te entra en cuota y eres, por ejemplo, un visitador urbano, este coche te puede venir de perlas.
Como ves por las estupendas fotos que, una vez más, hemos realizado para ti y que no me canso de elogiar, es la versión familiar, con lo que tienes un maletero de 470 litros para llevar muestras o catálogos.
Aparte de usar el carril Bus-Vao sin necesidad de muñecas hinchables —o triquiñuelas similares—, podrás aparcar gratis en la ciudad y entrar hasta en el propio Ayuntamiento (nótese la hipérbole), porque, repetimos, tiene etiqueta ‘0’.
El coche monta dos motores: uno de gasolina y uno eléctrico.El de gasolina se alimenta con un depósito de 40 litros de capacidad con el que harás unos 600 kilómetros y que, debido a que han situado las baterías bajo el asiento trasero que es donde normalmente lleva el León el depósito, han reubicado en maletero, bajo el plano de carga. Roba espacio, pero, hoy por hoy, no hay otra solución. Si tienes dudas, tranquilo, no explota si llegas a tener un accidente por alcance.
204CV de potencia conjunta
Es de 4 cilindros, 1,4 litros de cilindrada y 150 CV. Se alimenta con turbo de geometría variable e inyección directa, algo complicadísimo en un motor de gasolina por el calor que genera. Asociado, tiene un motor eléctrico de 115 CV. La gestión electrónica hace que entreguen, al unísono, 204 CV.
Volvemos al León, las nombradas baterías tienen 13kWh de capacidad y alimentan al motor eléctrico. Se cargan en unas 5 horas en un enchufe normal, pero Seat vende un Wallbox que aumenta la potencia de carga y reduce el tiempo a unas tres horas. La verdad que no nos parece interesante…
Total, para cargar el coche por la noche en casa, con cinco horas da de sobra y sale mucho más barato. Si paga la empresa, que te pongan uno en la oficina y así le chutas recarga, tienes el coche listo antes y te aseguras la movilidad eléctrica.
Para cargar las baterías, enchufar el coche es la mejor opción. Durante la marcha, recargas un poco con las frenadas y retenciones… muy poco. Puede llegar a cargar 40 Kw, buena cifra, pero el tiempo en el que lo hace es muy corto, porque las frenadas no dan para más. Y, llegado el caso, puedes forzar al motor de combustión a cargar la batería durante la marcha, lo que aumenta el consumo entorno al 20%.
De momento no interesa, pero la idea es que vengas por la autopista de entrada a la ciudad cargando la batería (si no lo has hecho antes en un enchufe), contamines en el extrarradio, y entres y te muevas por la urbe en modo eléctrico.
Dentro de unos años, será obligatorio que los coches híbridos vayan en modo eléctrico. Si no, ¿dónde está la gracia? ¿En tener la etiqueta ECO para entrar y aparcar gratis, pero ir con gasolina…? Bueno, aprovecha el subterfugio mientras puedas y allá tú con tu conciencia medioambiental.
Cuando combina ambos motores, el Seat León e-Hybrid tiene muy buena respuesta. Acelera de cero a cien en 7,7 segundos y alcanza 220 km/h. En consumo de gasolina, Seat anuncia 1,2 litros a los 100 kilómetros en modo híbrido.
Así, el León combina ambos motores para sacar el mejor partido y ahorrar. Si forzamos a ir solo en modo eléctrico, algo que consigue mantener mejor que rivales, en la pantalla podemos marcar este modo de conducción. Te sorprenderá con sus 330 Nm de par máximo, más que el motor de combustión (tiene 250 Nm) y podrás salir con reprís en glorietas o semáforos.
Aparte, que puedes alcanzar unos 140 km/h. Pero te zumbarás las baterías en muy poco tiempo. Si nos quedamos sin pilas y solo funciona el motor de gasolina, tendrás un coche tranquilo, con capacidad para viajar e, incluso bien planeados, hacer adelantamientos en carreteras nacionales.
Pero, atención, el León híbrido (y todos los Seat y Cupra que usan su misma tecnología) no tiene motor de arranque, ni alternador ni correa Poli-V, por lo que es el motor eléctrico el que nos permite hacer andar al coche desde parado. Después, gracias a un nuevo acoplador en la caja de cambios DSG, el motor de combustión arranca. Por lo que, realmente, siempre se guarda un poco de electricidad.
En lo referente al acabado interior, materiales y ajustes e, incluso, el espacio disponible para los pasajeros, es como en otro León ST. Podríamos decir que tiene una de las mejores relaciones calidad/precio de la historia del automóvil. Sí nos gustaría que tuviera las guanteras de las puertas forradas, porque, por ejemplo, si dejamos las llaves, se moverán y sonarán.
Sí tiene otros huecos para dejar objetos y un apoyabrazos regulable en altura y profundidad entre los asientos delanteros. El sistema híbrido hace aumentar el peso del coche en 284 kilos. Eso es como si lleváramos a “dos Shaquille O´Neal” en un León TSI sentados con nosotros siempre. Dicho así, suena relevante, pero en marcha nos costaría decir si el coche tiene algo más de inercias o de problemas en las distancias de frenado por el aumento de peso. De tenerlas, son menores. Traza las curvas con gran estabilidad y no está exento de agilidad en el tren trasero.
Si no habéis conducido nunca un coche híbrido, no tengáis ningún miedo. Es como un automático de toda la vida. Arrancas, pones la ‘D’ y vas hacia delante. Frenas y poner la ‘R’ y vas marcha atrás. Sí que puedes fijarte en marcar el modo híbrido en la pantalla, porque por defecto el León e-Hybrid circula en eléctrico, si vas salir carretera.
Esto de marcar el modo de gestión de la energía cada vez que arrancas es bastante aburrido. Al menos, si vas a estar mucho tiempo por la ciudad, subiendo y bajando del coche, siempre tendrás el modo eléctrico preparado sin hacer nada.