Los vehículos híbridos sencillos o no enchufables ofrecen en el mercado de ocasión de una depreciación media del 29,2% tras tres años de uso, lo que les otorga el valor residual más elevado entre todas las motorizaciones, de acuerdo con datos del índice elaborado por Ganvam-DAT correspondientes al primer trimestre de este ejercicio.
En este sentido, el precio medio en el mercado de ocasión para esta tecnología de utilización es de 21.555 euros. Este tipo de vehículos, además, ha representado el 37% de las matriculaciones totales entre enero y marzo, según Ganvam-DAT, en comparación con el 31% registrado en el mismo periodo del ejercicio anterior.
En el caso de los modelos de gasolina, el valor residual queda fijado en el periodo de análisis en el 67% con un precio medio de 16.243 euros, mientras que los vehículos diésel conservan un 65% de su valor, con una media de 15.546 euros tras recorrer 90.000 kilómetros.
Los modelos eléctricos puros, por su parte, mantienen y siempre según los datos de Ganvam y DAT un 50% de su valor al cabo de tres años, en tanto que los híbridos enchufables llegan al 61%. En ambos casos, el valor residual «queda condicionado por la garantía asociada a la batería y por los ritmos de rotación tecnológica» que afectan al mercado de segunda mano.
Según las cifras de ambas entidades, el precio medio del vehículo de ocasión se ha situado en España en 14.511 euros al cierre del primer trimestre, con un incremento de precio de transferencia del 4,7% en comparación con el mismo periodo de 2024, con un aumento de ventas expresado en mayor medida en los vehículos con más de 15 años de antigüedad, cuyo precio ha crecido un 11,5% y hasta 5.017 euros.
Dejando a un lado, los vehículos usados con más de 10 años de antigüedad, el precio medio se ha reducido hasta 20.893 euros, un 2,2% menos.
Ganvam-DAT han señalado que estos precios se elaboran a partir de datos de transacción reales y de la oferta gestionada por operadores de flotas, distribuidores, financieras, plataformas digitales y aseguradoras teniendo en cuenta parámetros como el kilometraje, la antigüedad, el tipo de uso, los datos telemáticos o la propia gestión energética del vehículo.










