En 1997, la casa de subastas Sotheby´s organizó varias jornadas de pujas que hoy se siguen considerando como históricas. La firma británica puso precio a todos los objetos del interior de la residencia parisina de los Duques de Windsor —el breve Eduardo VIII y su esposa, Wallis Simpson—, incluyendo vestuario, joyas y todo tipo de artilugios.
La puja sobre los objetos se extendió entre el 11 y el 19 de septiembre de 1997, y alcanzó 23,4 millones de dólares, un récord en la época.
Por un simple retrato del Duque de Windsor se llegaron a pagar 2,3 millones. Nosotros nos quedamos con las pertenencias de la señora Wallis, que viajaba por todo el mundo con una legión de maletas y bolsos de viaje. Estas dos muestras de alrededor de 1940 —la imagen de arriba proviene del número de noviembre de 1946 de la publicación Femina— fueron subastadas por cerca de 5.000 dólares.
No es una gran cantidad, pero su irresistible encanto reside en que están serigrafiadas con el título de ‘Duquesa de Windsor’ y en que fueron fabricadas a mano, como siempre, por la casa francesa Goyard, que todavía hoy mantiene una asombrosa discreción, aunque sus creaciones compitan por calidad como cualquier maletero de Hermès o Louis Vuitton.