La Comisión Europea no contempla alterar las políticas actuales sobre reducción de emisiones de dióxido de carbono en los vehículos, pese a la presión ejercida por el principal grupo político del Parlamento Europeo, el Partido Popular Europeo (PPE), según ha declarado el comisario de Clima de la UE, Wopke Hoekstra, en un evento en Bruselas.
El grupo popular ha lanzado una campaña para suavizar las normativas climáticas, en un contexto de creciente presión por parte de fabricantes automovilísticos y Gobiernos nacionales que buscan apoyos para el sector del automóvil en Europa, ha señalado la agencia de noticias Reuters.
Al ser consultado sobre un posible cambio en las reglas de CO2 para automóviles, Hoekstra ha sido categórico: «No. La respuesta es no», ha asegurado a Reuters.
Tanto Hoekstra como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, forman parte del Partido Popular Europeo.
Bruselas ha defendido las normas climáticas como esenciales para cumplir los objetivos de emisiones vinculantes en la Unión Europea, y como un marco de inversión previsible para las empresas europeas.
Los fabricantes de automóviles europeos se enfrentan a la normativa de emisiones CAFE que entrará en vigor en 2025, que plantea de modo obligatorio que las emisiones medias de los automóviles nuevos vendidos por una marca se sitúen en 93,6 gramos al finalizar el año, cifra que estaba situada al final de 2023 en 107 gramos de CO2.
El incumplimiento de este límite podrá suponer multas de hasta 15.000 millones de euros para los constructores europeos solo en 2025, según cálculos de la industria de automoción.
El Partido Popular Europeo ha propuesto que se permita a las empresas cumplir los objetivos mediante un promedio de tres años, lo que les daría margen hasta 2026 y 2027 para compensar los déficits de 2025 y evitar las multas.