La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado de que la carga rápida del vehículo eléctrico en algunas estaciones públicas españolas puede salir más cara que repostar gasolina, un «significativo» obstáculo a la movilidad eléctrica que se suma a la «escasez» de electrolineras que existen fuera de las ciudades y las grandes autovías nacionales.
Tal como se desprende un estudio realizado por la asociación, aunque es posible encontrar puntos gratuitos en algunos centros comerciales, lo habitual es pagar por la recarga de electricidad.
«Poco, si se hace en el propio aparcamiento privado: entre 0,08 y 0,16 euros por cada kilovatio hora (kWh), según se emplee una tarifa nocturna o una tarifa valle. Pero bastante más si se hace en una estación pública de carga rápida: entre 0,30 y 0,79 euros el kWh, dependiendo de la compañía», ha lamentado OCU.
En este sentido, ha explicado que un viaje en coche eléctrico realizado entre Madrid y Barcelona podría incluso salir más caro que si se hace en un modelo de gasolina en el caso de que no se cargue antes en la propia vivienda, como se refleja en una prueba llevada a cabo por OCU.
En concreto, en una de las dos paradas necesarias para cargar, la electricidad se pagó a 0,79 euros el kWh, lo que implicó un coste de 16 euros cada 100 kilómetros, frente a los 10 euros a los 100 kilómetros que costaría de media circular con un coche de motor de gasolina.
«Es más, el coste de la carga pública en una estación podría ser incluso mayor. Y es que en aquellas estaciones donde resulta imprescindible el uso de una aplicación, el precio final para una misma carga puede llegar a multiplicarse por dos o incluso por tres, cuando se utiliza una aplicación distinta de la de la empresa propietaria de la estación», ha indicado OCU.
Por todo ello, OCU ha solicitado a la Administración la creación de un sistema de monitorización de precios, igual que ya existe para las estaciones de repostaje tradicionales, de modo que el conductor pueda comprobar el coste de cargar su coche eléctrico en las distintas electrolineras.
También ha pedido un «decidido» impulso a la apertura de nuevas estaciones de carga y la potenciación de puntos de recarga rápidos, ya que, según considera, por mucho que bajen los precios de los vehículos eléctricos, «sus ventas no terminarán de despegar mientras no exista una red de carga rápida lo suficientemente cómoda y asequible».