El sector de automoción español, en el que están integrados los fabricantes de vehículos, proveedores y concesionarios, ha expresado su descontento hacia la Unión Europea debido a los aranceles impuestos sobre la importación de vehículos eléctricos procedentes de China y las estrictas normativas de emisiones que entrarán en vigor en 2025.
Estas normativas, que prevén sanciones millonarias para quienes no las respeten, han suscitado «gran preocupación» en la industria, que considera que estas medidas ponen en riesgo su capacidad competitiva.
Según informa la agencia Europa Press y en una mesa redonda organizada por la Sociedad Barcelonesa de Estudios Sociales y Económicos de Foment del Treball en el CaixaForum de Madrid, José López-Tafall, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), ha afirmado que, aunque China supone una amenaza competitiva importante, pero que la verdadera fortaleza de Europa reside en el comercio libre y justo.
El directivo ha puntualizado tambén que la solución no es el proteccionismo, sino reforzar la competitividad de la industria europea para «enfrentar los desafíos internacionales».
De su lado, Natalia Turón, secretaria general y directora de estrategia corporativa de la marca de automóviles Seat, ha enfatizado que, si los fabricantes chinos quieren competir en Europa, deberán establecer producción en el continente.
Turón ha añadido que la competencia puede ser beneficiosa siempre que se respeten reglas equitativas, una opinión compartida también por los representantes de proveedores (Sernauto) y concesionarios (Faconauto), quienes vislumbran en los próximos años una oportunidad de expansión, siempre que el entorno comercial mantenga condiciones equilibradas.
El problema de la electrificación
El tema de la electrificación también ha generado inquietud y ejecutivos como Fernando Acebrón, director de Relaciones Institucionales de Ford Iberia, ha advertido de que la demanda de vehículos eléctricos podría no alcanzar los niveles previstos, lo que obligaría a la industria a reducir la fabricación de coches de combustión antes de lo planeado.
Por otro lado, Marta Blázquez, presidenta de Faconauto, ha censurado las sanciones medioambientales impuestas por la Unión Europea, argumentando que, aunque se penaliza a los fabricantes, no se ha propuesto un plan claro para apoyar la transición hacia la movilidad eléctrica. La directiva ha reiterado que es esencial eliminar las multas previstas, ya que estas podrían comprometer la cadena de valor del sector y frenar inversiones cruciales en nuevas tecnologías.
En esa misma línea se ha pronunciado José Portilla, director general de Sernauto, que ha asegurado que las tecnologías de combustión, especialmente los motores Euro 7 más eficientes, seguirán coexistiendo con los vehículos eléctricos durante al menos la próxima década. Portilla también ha lamentado que ninguna de las fábricas de automóviles en España sea propiedad de marcas nacionales, y que las decisiones estratégicas de empresas como Renault o Stellantis se tomen desde el extranjero.