El 21 de abril de 2016 no es una fecha precisamente ubicada dentro del capítulo de mejores recuerdos de la alquiladora de vehículos Enterprise en nuestro país. Tampoco lo es el 24 de abril del ejercicio en curso.
Ambas fechas, con apenas un año de intervalo, representan la interposición de una denuncia contra la gestora pública de aeropuertos AENA por abuso de posición de dominio y la resolución contraria dictada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Según Enterprise, con espacios comerciales en 55 estaciones de tren y aeropuertos en España, el pliego de condiciones para sacar a concurso 218 licencias nuevas de espacios para alquilar vehículos en 39 aeropuertos, lanzado en enero del año pasado, incrementaba la renta mensual fija de AENA en un 50%, y la variable en un 78%, lo que supondría pasar de pagar el 4,5% de la facturación mensual al 8%.
“Pagamos a AENA una barbaridad”, aseguró en varias entrevistas el máximo responsable de Enterprise hasta marzo pasado, Karsten Summers, un directivo que tenía hilo directo con los propietarios de la alquiladora de vehículos más grande del planeta.
Karsten Summers: “Si hay una buena oportunidad de compra, la aprovecharemos”
El nuevo pliego de condiciones apuntado por AENA el año pasado, unido a la proliferación de nuevos actores que se ubican en la proximidad de los aeropuertos ofreciendo alquileres baratos con condiciones que raramente satisfacen al consumidor y que se interpretaban como competencia desleal, fueron las gotas que colmaron el vaso.
Con la denuncia rechazada y varios frentes comerciales abiertos, Enterprise decidió recientemente cambiar el rostro de sus operaciones en España y situar al frente a Vincent Labella, un ejecutivo cuya trayectoria profesional desde el inicio, en 2001, está ligada a Enterprise, donde comenzó haciendo prácticas.
Un recorrido calcado en cuanto al concepto de única empresa con Karsten Summers, quien actualmente ejerce como consultor en Los Ángeles (California), y con un propósito firme y claro: una vez asentada la compañía en España tras la absorción de Cíter y Atesa en 2012, el objetivo número es retornar la inversión y los números negros al accionista principal, la familia Taylor.
Enterprise: 55 millones de pérdidas desde 2013
Enterprise acumula más de 55 millones de euros de pérdidas netas en España desde 2013 y sólo computando sus resultados hasta 2015, el último ejercicio fiscal del que ha reportado balance de un modo oficial. La buena noticia es que los ingresos de la compañía han aumentado de modo progresivo en dicho periodo. En 2014 crecieron un leve 2,3%, pero en 2015 aumentaron ya un 8,8%, en cifras más consonantes con el resto de sus competidores.
Tras gestionar los designios del grupo en Detroit en los últimos años, con cargo de vicepresidente regional, a Labella le ha llegado su primera gran oportunidad al frente de una división-país.
Las condiciones económicas acompañan, pero la competencia también es mayor por el aumento de espacios de alquiler licitados para explotar el negocio, del que también es partícipe Enterprise.
El reto del señor Labella es, más que interesante, apasionante. Suerte y al toro.