Al comprar un coche, uno de los aspectos clave a considerar, tras elegir el modelo, es la forma de financiarlo. En este artículo, exploraremos dos perspectivas para ayudarte a tomar la mejor decisión: el análisis financiero del préstamo y el análisis centrado en el uso del vehículo
Análisis financiero del Préstamo:
El sistema de amortización francés es el más común para calcular las cuotas de financiación, manteniéndolas constante si el tipo de interés no varía.
Si el valor residual es cero (se amortiza todo el capital) hablaremos de “financiación clásica”. Si queda un saldo pendiente hablamos de una “financiación balloon”. A continuación, analizaremos ambos modelos.
¿Qué es la financiación sin valor residual o “clásica”? En la financiación clásica, se amortiza completamente el capital durante el plazo del préstamo. Las cuotas mensuales son constantes, aunque la proporción de intereses y capital amortizado en cada cuota varía.
Al principio, una gran parte de cada cuota se destina a intereses, que disminuyen conforme se amortiza capital. la última cuota es completamente de capital, saldando así el préstamo.
En la financiación clásica, se amortiza completamente el capital durante el plazo del préstamo; En la financiación balloon, solo se amortiza parte del capital durante el plazo, dejando un saldo pendiente (valor residual) al final
¿Qué es la financiación con valor residual o balloon? En la financiación balloon, solo se amortiza parte del capital durante el plazo, dejando un saldo pendiente (valor residual) al final. Las cuotas son constantes, pero, a diferencia de la clásica, queda un importe a pagar al finalizar.
Dado que en la financiación balloon el saldo pendiente es mayor durante todo el periodo, los intereses totales pagados son más altos en comparación con una financiación clásica con las mismas condiciones.
A continuación, se compara ambas opciones con un ejemplo de préstamo de 30.000€, a 48 meses, con un TIN del 8% y pagos mensuales. Se analiza con valor residual cero y con un 60% del capital.
Conclusiones del análisis financiero:
- La cuota de la financiación clásica es 1,8 veces superior a la balloon (732€/mes vs 413€/mes).
- Los intereses totales pagados en la balloon son 1.5 veces más altos que en la clásica (7.822€ vs 5.155€).
- Al final de la financiación balloon queda un saldo pendiente de 18.000€, mientras que en la clásica es 0€. Desde el punto de vista financiero, la financiación clásica resulta más interesante si el objetivo es adquirir el vehículo definitivamente.
Análisis según el uso del vehículo:
El mercado de automóviles ofrece una variedad de programas centrados en el uso del vehículo durante un periodo determinado, con la posibilidad de cambiar a un nuevo modelo al finalizar dicho periodo.
Estos programas generalmente utilizan la estructura de financiación balloon, con valores residuales que suelen oscilar entre el 50% y el 70% del precio del vehículo, dependiendo del fabricante.
Cada fabricante tiene su propia denominación para estos programas, como Toyota Easy, Volvo Options, Flexiplan, Move Flexible, BMW Balloon, Ford Multiopción, My Way, entre otros. Una de las principales ventajas de estos programas es la protección frente a la obsolescencia tecnológica.
Al finalizar el contrato, el cliente tiene la opción de cambiar el vehículo por uno más moderno, lo que le permite mantenerse al día con los avances en tecnología, seguridad y eficiencia energética.
Esto puede ser especialmente útil en un mercado automotriz que evoluciona rápidamente hacia vehículos eléctricos e híbridos. Otra ventaja importante es la mitigación de riesgos ante posibles cambios legislativos.
La elección de la mejor forma de financiar la compra de un vehículo depende de combinar la perspectiva financiera con la preferencia entre la adquisición y el uso
Por ejemplo, si durante el periodo de uso se introducen restricciones a determinadas motorizaciones, el cliente podría optar por cambiar su coche por uno que cumpla con las nuevas normativas al finalizar el contrato, evitando así quedar limitado por la legislación.
Estos programas implican compromisos contractuales entre la financiera y el cliente, que deben cumplirse al finalizar el periodo de financiación.
La financiera se compromete a recomprar el vehículo por el valor residual pactado, siempre y cuando el cliente cumpla con ciertos requisitos, como respetar el kilometraje acordado, mantener el vehículo en buen estado, realizar los mantenimientos en servicios oficiales, desgaste de los neumáticos según kilometraje pactado, entre otros.
Conclusión:
La elección de la mejor forma de financiar la compra de un vehículo depende de combinar la perspectiva financiera con la preferencia entre la adquisición y el uso.
Desde el punto de vista financiero, la financiación clásica resulta más ventajosa para quienes desean adquirir el vehículo de forma definitiva.
Sin embargo, si la prioridad del comprador no es tanto la adquisición del coche como su uso durante un periodo determinado, la financiación balloon se presenta como una alternativa más atractiva pues al finalizar el periodo de financiación, el usuario tiene la opción de pagar el valor residual para adquirir el coche, devolverlo o cambiarlo por un modelo más reciente adaptado a las últimas tecnologías en un mercado automovilístico en constante evolución.
La decisión final dependerá del balance del comprador entre propiedad a largo plazo, o flexibilidad y actualización continua.
Luis Morán es Ingeniero Industrial