El ministro de Comercio de China ha afirmado que varios equipos del país asiático, junto con otros de la Unión Europea, están trabajando de modo activo en el ámbito de la flexibilización de precios, sin dar más detalles sobre el asunto, con la vista puesta en mitigar el impacto del incremento en las tarifas arancelarias que Europa mantiene de modo cautelar a las importaciones de automóviles eléctricos procedentes de China.
El departamento comercial de China ha señalado al respecto que su interés es proteger al máximo los intereses de las empresas locales dedicadas a la automoción y ha apuntado que se están buscando políticas de consenso para llegar a un acuerdo.
En la actualidad, y con tabla rasa, las importaciones de vehículos de China están gravadas con un 10% de tasa extraordinaria, pero desde el pasado julio esta cifra se ha incrementado con nuevo impuesto que afecta, según el fabricante chino, con un plus de entre el 17,4% y el 37,6% adicional que entraría en vigor en noviembre.
El gravamen más elevado se corresponde con el grupo SAIC, propietario de la compañía de vehículos MG, por no colaborar con las autoridades europeas durante el proceso de investigación que la institución llevó a cabo para determinar la fijación de aranceles.
Otras marcas como BYD cuentan con un tipo del 17,4% y Geely del 19,9%, en tanto que al resto de constructores se le aplica un valor medio del 20,8%.
Votación definitiva de la UE: En breve
Otras regiones como Estados Unidos aplican una tasa extra a los vehículos eléctricos chinos importados del 100%, India un 70% y Turquía, por ejemplo, un 40%.
En 2023, los fabricantes de vehículos chinos exportaron automóviles eléctricos en dirección a la Unión Europea por valor de casi 10.000 millones de euros, de acuerdo con el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España.
En este sentido, España fue el segundo receptor principal de esta partida hacia Europa, con 2.245 millones de euros, según el organismo oficial.
El conjunto de Ejecutivos de la Unión Europea votará en breve acerca de la aplicación definitiva de estas tasas a partir de noviembre —en lugar de ser una medida provisional tendría validez durante cinco años—, y saldrá adelante siempre que no obtenga el bloqueo por parte de al menos 15 Estados miembros.
Países como España —con fuertes intereses de la industria de automoción local por instalar plantas productivas de marcas chinas—, Alemania o Suecia se han mostrado favorables al bloqueo de la medida.