El fabricante de vehículos alemán BMW está tratando de que la Comisión Europea reduzca en alguna medida las tarifas arancelarias de importación que gravan desde el pasado 5 de julio a sus vehículos MINI eléctricos fabricados en China, y que serían del 38,6%, de acuerdo con una información publicada por Reuters.
BMW habría solicitado a las autoridades europeas una reducción de la tasa actual hasta el entorno del 20%, aludiendo que el grupo automovilístico teutón es una compañía cooperadora en la investigación llevada a cabo por Bruselas desde marzo pasado.
Dicha investigación culminó el pasado 5 de julio, con la aplicación transitoria durante varios meses de un tramo de aranceles extraordinarios a todos los vehículos eléctricos fabricados en China y vendidos en Europa, como es el caso del nuevo MINI eléctrico.
La medida impuesta por la Unión Europea afecta de lleno al MINI eléctrico, ya que su nueva silueta y configuración sin emisiones comenzó a ensamblarse en octubre del año pasado en China y se vende desde mediados de este 2024 en algunos mercados internacionales.
Este vehículo se produce allí gracias a una joint venture firmada por BMW con Great Wall Motor en 2019 y que ha dado lugar a una compañía denominada Spotlight Automotive, la encargada de fabricar el vehículo.
La capacidad productiva de la factoría china de BMW y GWM en Jiangsu es de unas 160.000 unidades por ejercicio, y allí se prevén producir el MINI Cooper eléctrico de tres puertas y un nuevo crossover compacto que también sería completamente eléctrico y, por tanto, estaría igualmente afectado por los nuevos aranceles.