El fabricante japonés de vehículos Toyota detendrá la producción en su planta de San Petersburgo (Rusia) a partir del próximo 4 de marzo hasta nuevo aviso, según ha informado este miércoles en un comunicado.
La compañía, que ya ha detenido las importaciones de vehículos desde Rusia, ha contextualizado esta medida en la invasión rusa sobre Ucrania y sus efectos sobre la cadena de suministros. Toyota cuenta con 168 concesionarios en el país y con la factoría de San Petersburgo, donde fabrica los modelos RAV4 y Camry y que exporta a Bielorrusia, Kazajistán y Armenia.
La empresa también detuvo sus actividades en Ucrania el pasado 24 de febrero. Este miércoles ha asegurado que su prioridad al enfrentar esta crisis «es garantizar la seguridad» de todos los trabajadores y socios en la cadena de suministro.
Toyota, con la paz
«Al igual que todos en todo el mundo, Toyota está observando los desarrollos en curso en Ucrania con gran preocupación por la seguridad de la gente de Ucrania y espera un regreso seguro a la paz lo antes posible», ha recalcado la compañía.
En este sentido, ha indicado que está monitorizando los desarrollos globales del conflicto y que tomará «las decisiones necesarias», garantizando que el resto de operaciones de fabricación y ventas en el resto de Europa no se verán afectadas.
Asimismo, la compañía ha informado que sus filiales en los países fronterizos con Ucrania ya han tomado las medidas concretas para apoyar a los empleados ucranianos y sus familias, entre otras el traslado de familiares cercanos de Ucrania a otros destinos con la provisión de alojamiento y comida.
Toyota ha señalado que está planificando más apoyo humanitario y se anunciará a su debido tiempo.
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