La filial española de la alquiladora de vehículos alemana Sixt concluyó el ejercicio pasado con un incremento aproximado del 20% en su flota de automóviles en propiedad con más de 12.000 unidades, en el entorno de 2.000 vehículos más en comparación con el año anterior.
Sixt, que ha pasado de una red de cuatro oficinas en España hasta los 41 puntos comerciales con los que acabó 2015, tiene sede en Mallorca y canaliza el 60% de sus pedidos a través de clientes teutones. Su flota de vehículos está formada, en un procentaje similar, por vehículos de categorías medio-altas con enfoque en líneas premium.
La división nacional del grupo alemán se encuentra en plena fase de crecimiento y prevé ampliar su número actual de oficinas con el finde introducirse en ciudades de segundo orden. “El objetivo en España es consolidarnos como una marca multinacional buena. Tenemos que coger cuota de mercado, seguir arañando, pero siempre desde un crecimiento sano y fortalecido. Hay mercado por delante”, aseguraba Estanislao de Mata, director general de Sixt España, en una entrevista concedida a Fleet People hace seis meses.
Sixt España registró unos ingresos de 83,4 millones de euros en 2014, su último año computado, con un crecimiento del 11,9% en relación con los 74,5 millones que facturó en el ejercicio precedente. Su resultado después de impuestos se situó en 13,7 millones de euros, en el entorno de 2,2 millones de euros por debajo de los 15,89 millones que ganó en 2013.
En relación con la matriz alemana, la alquiladora propiedad de la familia Sixt vive un momento dulce. En los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal último, entre enero y septiembre de 2015, prácticamente había obtenido ya el mismo beneficio antes de impuestos (153,8 millones de euros) que en todo 2014 (157).
Hasta septiembre del año pasado, Sixt registró unos ingresos de 1.456,3 millones de euros en el mundo, un 18% más que en el mismo periodo de 2014. El beneficio consolidado de la empresa se situó en 109,2 millones de euros, un 18,8% más.