El queso Caprice des Dieux nació en Illoud en Haute Marne en 1956 y llegó al mercado español a finales de los años 70. Se trata de un producto muy especial, un bocado delicioso y singular, a caballo entre las variedades de brie y camembert. Se elabora a partir de la leche recolectada a 70 km de la quesería y se reconoce por su corteza inmaculada y su doble textura: a la vez ligera y untuosa, con un delicado sabor a nata. Su singularidad es fruto de un proceso de elaboración especial en el que se emplea leche pasteurizada de vaca de gran calidad y se incluye una maduración en bodega durante doce días. Por todo ello, conquista a los adultos y también apasiona a los pequeños de la casa.
Igual que le ocurre a su “hermano mayor”, el novísimo Mini Caprice conquista por su delicioso sabor y cremosidad. Porque sigue siendo ese gran clásico entre los quesos franceses por todos conocido. Es el auténtico Caprice des Dieux pero en un formato individual más práctico (de tres unidades de 50 gramos) ideales para degustar allá donde se desee. Es tan gourmet como siempre, pero más chic que nunca. Ahora, en los días cálidos, es la estrella de aperitivos y picnics.
Mini Caprice se puede adquirir en tiendas e hipermercados de El Corte Inglés y de Carrefour.
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