La alquiladora de vehículos estadounidense Hertz recibió ayer un nuevo aplazamiento de deuda por parte de la banca para hacer frente al pago de sus créditos inmediatos y después de no haber podido afrontar sus obligaciones de abono de deuda el pasado abril y a comienzos de este mes, cuando le cumplía otro vencimiento.
Los acreedores de la multinacional del rent a car han otorgado 18 días más de moratoria a la empresa, hasta el próximo 22 de mayo, en medio de una fenomenal crisis provocado por la pandemia del coronavirus que ha dejado en fuera de juego a varias de las principales empresas del sector alquilador por su neta exposición al turismo.
Una de las opciones que se ha estado planteando la compañía, en la que tiene una posición accionarial reseñable de casi el 40% del capital el multimillonario Carl Icahn, sería acogerse al sistema de quiebras de Estados Unidos, según ha publicado ‘Financial Times’ citando dos fuentes de la compañía.
Hertz sopesa acogerse al ‘Chapter 11’
El denominado “Chapter Eleven” se solicita en Estados Unidos y tiene una cierta similitud con el concurso de acreedores, si bien la empresa que lo pide se sitúa bajo jurisdicción judicial con la idea última de reflotar el negocio, lo que en principio evita la bancarrota definitiva de una firma y se convierte en una especie de quiebra controlada.
A dicha fórmula se acogió en 2009 General Motors, por ejemplo, compañía en la que el Estado inyectó más de 50.000 millones de dólares para sacarla adelante a través de una controvertida supresión de sus activos tóxicos.
“Hertz y sus filiales han experimentado un rápido, enorme y repentino impacto negativo en sus negocios como resultado de Covid19”, indicaba ayer la empresa en un documento remitido a la CNMV estadounidense, la Securities and Exchanges Comission (SEC).
Puedes consultar el documento remitido por Hertz a la SEC aquí
La multinacional reconoce en esa misiva que el pasado 27 de abril no pudo hacer frente a pagos relacionados con su negocio de renting.
Recientemente, Hertz anunció el despido de 10.000 empleados en Norteamérica, cerca del 30% de su fuerza laboral.
La deuda de la empresa estaba situada en el entorno de 17.000 millones de dólares a mediados del mes pasado.