Tendencias » España e Italia encabezan el crecimiento del canal de flotas de vehículos en Europa. Todo apunta a que lo seguirán haciendo en los próximos años.
“Para España e Italia, la frase It took longer but it’s stronger (en inglés, algo así como Se ha tardado más, pero es más fuerte) caracteriza la velocidad de la recuperación tras el declive económico”, destaca, en declaraciones a Fleet People, Marc Odinius, director general de Dataforce, consultora alemana especializada en el mercado de las flotas y un gigante europeo en este campo.
Y no es de extrañar que los países del sur de Europa estén centrando ahora la conversación del sector en el continente, porque si ya el año pasado los tímidos crecimientos del Estado germano, de Francia y del Reino Unido contrastaban con los crecimientos de dos dígitos que marcaban las flotas españolas e italianas, el primer trimestre de este año ha venido a agudizar aún más las diferencias: el mercado británico, el número uno indiscutible del Big Five retrocede incluso.
¿Pero dónde hay que buscar las razones de esta mayor bonanza relativa en el entorno del Mediterráneo?
Por una parte, como casi siempre, toca retrotraerse al crack financiero de 2008 y a las sucesivas recaídas, que fueron más agudas por estos pagos. “España e Italia tuvieron una crisis de venta de automóviles más pronunciada que el resto”, recuerda José Manuel López Montoya, director comercial de la consultora española MSI, con la que Dataforce tiene un acuerdo estratégico.
“Al partir de un punto más bajo de lo habitual, los incrementos son más notables. Así, doblarán prácticamente sus cifras desde 2013 a 2017. En el mercado italiano hay una clara renovación de flotas, después de estar un tiempo largo sin esa rotación de vehículos debido al estancamiento de su economía. Aquí, aparte de esa renovación, se está creando vehículo de empresa nuevo debido a la mayor actividad empresarial por el crecimiento de la demanda interna, el crecimiento del comercio electrónico, la reactivación de la construcción y un leve crecimiento de la inversión pública”, detalla López Montoya.
14%
Representa el alza porcentual de ventas de coches de empresa en España en 2016, que concluyó con 203.146 unidades.
30%
El mercado de flotas de empresa de Italia bordeó los 420.000 turismos vendidos en 2016, con un crecimiento del 29,6%.
En concreto, el empujón que ha supuesto el comercio electrónico, con gigantes como Amazon estableciendo centros logísticos en España, ha sido uno de los factores clave.
Otra pincelada en la misma clave la da Odinius: “En los cinco países, sin excepción, las matriculaciones de flotas se han ido incrementando año tras año durante los tres últimos. En todos los mercados principales, excepto España, el número de matriculaciones de coches de empresa ha llegado incluso a alcanzar máximos históricos, sobrepasando, por lo tanto, los niveles anteriores a la crisis”.
Es decir, España puede continuar creciendo a un fuerte ritmo porque sigue recuperando el tejido productivo que perdió a consecuencia de las turbulencias financieras del pasado.
Pero se da la circunstancia de que, además, el factor desestabilizador se ha trasladado más al norte. El Brexit, por ejemplo, o la incertidumbre generada por las elecciones presidenciales francesas, han tenido un cierto efecto sobre las decisiones estratégicas de las empresas.
Para López Montoya, “no hay nada peor para una economía que la incertidumbre. Esto ha provocado un parón en esos dos países que impide una mejora de la confianza de la actividad empresarial”. Reino Unido, en opinión de MSI, podría ser el que lo tuviera más complicado, “con la fragilidad política que se cierne sobre Escocia y el Norte de Irlanda”, y los datos del primer trimestre parecen refrendar este punto de vista.
Pero si el líder del mercado continental sufre, la onda expansiva puede afectar a todos, alertan: “También va a haber una influencia negativa en el resto de países de la UE, que tienen que afrontar entre todos el volumen de dinero que el Reino Unido aportaba. España podría llegar a desembolsar entre 800 y 900 millones de euros más cada año”.
No es de idéntica opinión Marc Odinius, sin embargo. El consultor alemán asegura a Fleet People que estamos viviendo una etapa marcada por “una actitud ‘fatalista/positiva’ en lo que respecta a la economía, pero también en lo que se refiere a nuestro propio comportamiento y a nuestras decisiones de compra. Antes, la incerteza nos hacía sentir inseguros, mientras que ahora nos empuja hacia adelante, ya que, de todos modos, nadie sabe lo que va a ocurrir. Junto con ese comportamiento, los indicadores económicos tampoco son tan malos. En Europa en general, el empleo va en aumento, el PIB está al alza, las tasas de interés son bajas, la inflación está contenida, la renta disponible crece ligeramente y la confianza de los consumidores y de las empresas es bastante estable”.
España vs Italia
Muchos de los presupuestos que nos han llevado hasta la situación actual son compartidos por los dos grandes países mediterráneos, pero no son idénticos en todo. Los índices de crecimiento de las ventas a empresas son en principio favorables a Italia, que en 2016 superó el 20% en turismos y comerciales ligeros. Pero hay otros indicadores que inclinan la balanza hacia nuestro país.
“El crecimiento en flotas está siendo más estable que en Italia”, asegura López Montoya.
“Aparte de la renovación natural de las mismas, el parque de renting ha crecido en los cuatro últimos años en 70.000 vehículos aproximadamente. Esto significa que hay más empresas que se están apuntando a esta fórmula, incrementando sus números. Esto también está ocurriendo con la privada. En 2008 había unas 208.000 empresas españolas con flotas, en cualquiera de las dos fórmulas. Esta cifra ha crecido en 2016 hasta rozar casi las 240.000. Y el parque español ha pasado de 1,79 millones de vehículos en 2013 a 1,92 millones en 2016”, asegura el directivo.
La competitividad es otro de nuestros caballos de batalla.
“Si echamos un vistazo a la cuota de mercado de las marcas en los mercados de flotas del EU-5 (como llama Dataforce a los países del Big Five), los más competitivos son España y el Reino Unido. En los tres restantes predominan las marcas locales: Volkswagen (23%) en Alemania; en Francia, Renault y Peugeot (42% entre las dos), y Fiat (19%) en Italia están muy destacadas. En España, la cuota de mercado de cada marca en el top ten de las más vendidas oscila entre el 5% y el 10%, debido también a la variedad de grupos automovilísticos que producen en el país”, señala Marc Odinius.
Y además, a todo ello hay que sumarle las aún amplias perspectivas de crecimiento que tiene el vehículo de empresa, y en concreto el renting, en nuestro país, fundamentadas en dos circunstancias interconectadas: la escasa presencia aún de las pequeñas y medianas empresas en este mercado y las nuevas fórmulas que están surgiendo para atraerlas, como el renting flexible o el carsharing corporativo.
“Las que tienen menos de 20 vehículos representan sólo un 45% del parque de flotas. Por eso marcas y compañías de renting tienen todavía trabajo que hacer para poder ofertar a las pymes que invierten en pocas unidades”, apuntan desde MSI.
¿Y de cara al futuro?
Eso sí, vaya una cosa por delante: a pesar de los retrocesos o adelantos relativos de unos a otros, resulta muy difícil pensar que la estructura del Big Five vaya a cambiar en términos absolutos de vehículos de empresa.
En Reino Unido se vendieron el año pasado prácticamente dos millones, entre turismos y comerciales ligeros. Alemania, que es segunda, se quedó en algo más de un millón. Italia y España juegan en otra liga, con la primera rondando los 500.000 y la segunda en los 265.000. “Nunca se superará en volumen a Reino Unido, a Alemania o a Francia en ventas de flotas. Son mercados muy fuertes, respaldados por economías más potentes que la española o la italiana. No obstante, los crecimientos van a ser algo mayores en estos dos países que en los otros. Entre 2016 y 2019, las flotas españolas pueden llegar a crecer un 12% aproximadamente”, predice José Manuel López Montoya. Italia incluso más: sus datos apuntan a un 14%, mientas que en Alemania y Reino Unido incluso podrían caer las matriculaciones en ese trienio. En Francia se espera que el mercado se mantenga estable, “muy parecido al de la actualidad”.
Dataforce augura un porvenir muy prometedor para el sector del coche de empresa: por una parte, porque ya demanda una mayor proporción de vehículos premium, y eso es algo que consideran que irá a más.
“La cuota que tienen BMW, Audi, Mercedes o Volvo en el canal de flotas muchas veces dobla o triplica a la que poseen en el segmento del coche privado. Los vehículos necesitan ser más representativos, más fiables, más cómodos…”, apunta Odinius. Otro escenario que puede convertirse en realidad en el futuro, según aseguran los analistas, es que el peso absoluto del segmento de empresa crezca respecto del de particulares en Europa.
En opinión del director de Dataforce, “a pesar de que la demanda privada está creciendo también, el mayor impulsor del crecimiento es el coche de empresa. La proporción de estos vehículos se está incrementando fuertemente y, por mucho que el mercado particular también gane terreno, no será capaz de alcanzar su antigua hegemonía”. Como reza el dicho inglés, ha llevado un tiempo (de turbulencias, y sobre todo al sur de Europa), pero parece que el sector tiene unas perspectivas cada vez ‘más fuertes’.