La empresa de renting y servicios LeasePlan cerró 2020 con un beneficio neto de 252,5 millones de euros, lo que supone una caída del 37,3% en comparación con los 403 millones de euros que ganó en el ejercicio anterior.
La empresa explicó que a pesar de que 2020 fue un año «muy desafiante», marcado por la crisis del coronavirus, que obligó a confinarse a gran parte de la población mundial para evitar la propagación del virus, LeasePlan pudo apoyar «de forma segura» a sus clientes y empleados.
«Mirando hacia atrás, estamos muy agradecidos con nuestros clientes por su lealtad y cooperación en estos tiempos excepcionales. También estamos orgullosos de nuestros empleados de todo el mundo por su competencia, dedicación y resistencia mientras trabajan desde casa desde marzo», ha subrayado el consejero delegado de LeasePlan, Tex Gunning.
Así, la facturación de la compañía cayó un 2,6% el año pasado, pasando de ingresar 10.118,3 millones de euros en 2019 a 9.853,5 millones de euros en 2020. Además, el beneficio antes de impuestos se situó en 254,4 millones de euros, un 46% menos que los 472,3 millones de euros que obtuvo un año antes.
Solo en el cuarto trimestre, la compañía contabilizó un beneficio neto de 44,9 millones de euros, un 61% menos, al tiempo que su volumen de negocio entre octubre y diciembre se situó en 2.427,4 millones de euros, un 5,1% menos.