La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha solicitado a las Administraciones Públicas que aligeren las actuales restricciones que suponen el acceso a las Zonas de bajas Emisiones (ZBE) permitiendo, con diferentes acotaciones, el acceso a todos los vehículos que dispongan o no de etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico, lo que supondría modificar el actual sistema que solo permite que los automóviles más ecológicos entren en estas zonas acotadas al tráfico.
Al respecto, la entidad ha propuesto que los vehículos sin etiqueta dispongan de un plazo de aclimatación a la prohibición de acceso a las ZBE de dos años, que sería de cuatro años en el caso de los vehículos con etiqueta B.
Así lo ha explicado en rueda de prensa telemática el director de Anfac, José López-Tafall, que ha detallado un abanico de propuestas desde la patronal de fabricantes que buscan suavizar la actual normativa que rodea a las Zonas de Bajas Emisiones, obligatorias en las poblaciones de más de 50.000 habitantes desde enero pasado.
Una de las principales líneas de acometidas de la asociación se centra en el documento presentado en el análisis de acceso a las ZBE de empresas y autónomos dedicados a los negocios de distribución y transporte, una de las actividades económicas más sensibles al coto al acceso al centro de las ciudades.
En este sentido, Anfac ha significado que “es necesario acelerar la transición de estas flotas hacia vehículos con etiquetado CERO, ECO o C, combinándolo, a su vez, con el establecimiento progresivo de horarios preferenciales de carga y descarga para los vehículos en función del etiquetado”.
Para ello, la patronal ha solicitado que se establezcan incentivos específicos para que las empresas y los autónomos puedan renovar sus flotas de vehículos antiguas hacia un modelo ECO o CERO, con el fin de que puedan realizar su actividad de distribución de última milla del modo más ecológico posible.
La entidad ha puesto como ejemplo al respecto la ciudad de Madrid, que dispone de la aplicación digital DUM para conocer la afluencia de tráfico de carga y descarga en zonas y, también, su complemento a las ayudas del Plan Moves III y para vehículos pesados.
Hay que recordar que el cambio de tecnología hacia un modelo ecológico está suponiendo un quebradero de cabeza para la mayoría de empresas de tamaño mediano y pequeño y para los autónomos, incapaces de asumir en la práctica una renovación de flota con carácter sostenible debido al elevado precio de los vehículos comerciales eléctricos —un derivado comercial estándar se sitúa en unos 30.000 euros—, la ausencia de comerciales de tamaño pequeño, un tipo de vehículo fundamental para la última milla para el que no existen tecnologías limpias por su escasa rentabilidad y la ausencia de una infraestructura de recarga exterior que garantice la eficiencia de trabajo.
Anfac, que también ha propuesto en su abanico de medidas bonificaciones fiscales para el uso de vehículos comerciales ecológicos, con una menor presión en el Impuesto de Actividades Económicas, ha remarcado la necesidad de que se despliegue una infraestructura de recarga de acceso público “que permita optimizar las rutas de reparto”, teniendo en cuenta “que las especificaciones en términos de espacio y potencia de recarga para estos vehículos son diferentes a las de los vehículos turismos”.
Incentivos para las flotas y preferencia de carga
Asimismo, la patronal de los fabricantes de vehículos ha instado a que se introduzcan incentivos al uso como bonificaciones en el aparcamiento regulado, preferencia
para el uso de los aparcamientos de carga y descarga y horarios preferentes para la
carga y descarga.
También ha abogado por el desarrollo de sistemas para la optimización de los procesos logísticos y por el fomento del intercambio abierto de información sobre la actividad de los vehículos de distribución urbana.
En relación con los horarios de acceso de los vehículos comerciales, Anfac ha subrayado que el acceso y restricción debe aplicarse de un modo progresivo, con las mayores restricciones —que no prohibición— a los vehículos que no dispongan de etiqueta medioambiental o que cuenten con la B y dando las máximas facilidades a los coches más ecológicos, ECO y CERO.
Para los vehículos de menos de 3.500 kilogramos de peso, los derivados comerciales ligeros, que no tengan etiqueta, Anfac propone un plazo de dos años antes de que no puedan acceder a las zonas ZBE. Este plazo sería de cuatro años para los vehículos de estas características con etiqueta B.
