Faconauto prevé que, para esa fecha, habrá en las carreteras españolas 6 millones de coches conectados, dentro de un parque total que alcanzará las 24 millones de unidades.
La patronal, que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas, de vehículos industriales y de maquinaria agrícola presentes en el mercado español, considera que en la actualidad el vehículo conectado se encuentra en un estado parecido al que estaba la telefonía móvil antes de su “boom”, y prevé que un punto de inflexión se producirá ya al finalizar esta década, cuando la integración de Internet en los coches sea algo más habitual, lo que derivará, a su vez, en la progresiva llegada de coches totalmente autónomos.
Por su parte, los concesionarios han detectado que los compradores del mercado español están adoptando esta tecnología más rápido de lo esperado y que empieza a ser un aspecto clave tenido en la elección del vehículo.
Además, en los próximos diez años, el vehículo conectado hará que los conductores puedan acceder a una nueva plataforma de contenidos que transformará la automoción, aumentando las prestaciones de los coches y los servicios vinculados, mejorando la seguridad, facilitando la gestión del tráfico o reduciendo el consumo de combustible.
Un ejemplo de esta evolución imparable es que, desde 2018, será obligatorio en la Unión Europea que los coches de nueva fabricación incorporen el sistema de llamada automática de emergencia, denominado “eCall”.
Faconauto recuerda que la proliferación de coches conectados supondrá también nuevos retos, no sólo tecnológicos, sino también regulatorios.
Por ello, considera importante la gestión y el acceso por parte de terceros a los datos que generen las unidades de control de esta nueva generación de vehículos. Y se muestra partidaria de una cesión restrictiva de dichos datos, que ha de salvaguardar la protección y la privacidad de los conductores. Asimismo, esa cesión debería producirse sólo en los casos expresamente solicitados por el cliente.
Además, el acceso o la cesión de los datos provenientes del vehículo conectado no pueden comprometer ni su seguridad ni su correcta reparación, por lo que, a juicio de la patronal, serían los propios fabricantes los que deberían comunicar los datos a terceros de manera segura.
El presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, ha comentado que «la `explosión` del coche conectado se hará realidad en pocos años y será muy beneficiosa para los conductores y para el sector en general. Ahora bien, los concesionarios deben trabajar junto con los fabricantes para que el uso de los datos que generen estos coches sea restrictivo, por seguridad para el cliente y para no comprometer la propiedad intelectual de cada uno de los complejos sistemas que incorpora el vehículo. Este dato no puede cederse a plataformas comunes bajo ningún concepto sin la autorización expresa del cliente y deben quedar bajo la protección del fabricante del vehículo y de su red de distribución”.