El Gobierno de Turquía y el fabricante de vehículos chino BYD han firmado un acuerdo para la construcción de una factoría de automóviles para la que se destinarán al menos mil millones de dólares en la provincia de Manisa.
Así lo ha anunciado el Ministerio de Industria de Turquía, que ha asegurado que la nueva fábrica mejorará el acceso de BYD al mercado de la Unión Europea, gracias al acuerdo de unión aduanera que Turquía mantiene con el continente, y solo unos días después de que Bruselas confirmara la imposición de aranceles provisionales a los vehículos eléctricos importados desde China, lo que suma un 17,4% al arancel existente del 10% para BYD.
BYD, cuyas ventas mundiales alcanzaron un récord de 982.747 vehículos en el segundo trimestre del ejercicio actual, con un incremento de más del 40% respecto al año anterior, prevé construir un mínimo de 150.000 unidades anuales en Turquía.
Además, el mercado turco presenta oportunidades interesantes, con los vehículos eléctricos representando el 7,5% de las ventas de automóviles en 2023 en un país con 90 millones de habitantes.
El pasado viernes, Turquía dio marcha atrás en sus planes de imponer un arancel adicional del 40% a todos los vehículos procedentes de China, una medida anunciada hace casi un mes.