La Unión Europea aplicará desde este miércoles aranceles a la importación extraordinarios de hasta el 35,3% a la importación de vehículos eléctricos cuya procedencia sea de China, una medida que tendrá una vigencia de cinco años y que se convirtió ayer en oficial después de ser publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea.
La Comisión Europea decidió ayer, entre otras medidas, que el grupo automovilístico chino SAIC, propietario de la marca MG, afrontará un arancel máximo del 35,3% por no colaborar con al investigación antisubsidios llevada a cabo por la Comisión Europea, mientras que otros grupos como Geely, dueño de Volvo, de LTI, la marca de los taxis eléctricos de Londres, Lynk & Co o Polestar, tendrá que abonar un impuesto adicional del 18,8%.
BYD, de su lado, también verá cómo se aplica una tasa extra del 17 % sobre sus exportaciones.
El arancel afectará también a los fabricantes que producen sus vehículos en China, como es el caso de Tesla Motors, que verá aplicarse un impuesto del 7,8% tras colaborar activamente con la Comisión, en tanto que otras compañías que también han colaborado en la investigación de la Comisión Europea también tendrán que asumir un arancel del 20,7%.
El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, ha asegurado que esta medida busca preservar una «competencia just»a en el mercado de la UE y asegurar condiciones equitativas en el ámbito del comercio.
Hay que señalar que cinco países europeos, entre ellos Alemania, expresaron su rechazo a la medida, mientras que 10 la apoyaron, y 12, entre los cuales se cuenta a España, han optado por abstenerse en la votación.
Valdis Dombrovskis y el ministro de Comercio de China, Wang Wentao, han intensificado las reuniones sobre este asunto durante los últimos días y mantuvieron un encuentro telefónico el viernes pasado en el que se hicieron llamamientos a la colaboración, y donde se planteó que se eleve el precio de salida de los eléctricos chinos como posible medida para evitar aplicar las tasas de aranceles nuevas.
Aunque las reuniones se han mantenido en un clima cordial, no se ha evitado la consolidación de las nuevas tasas.
En este sentido, Bruselas desea negociar un precio mínimo de exportación con cada marca de automóviles china y de manera individual, pero el Gobierno chino ha limitado hasta ahora el contacto directo entre sus compañías y Europa.
Al respecto la la CE ha dejado claro a China que los aranceles podrían suspenderse si se alcanzara un acuerdo en los próximos cinco años, pero que podría reactivar la medida en caso de incumplimiento sin necesidad de una nueva votación de Los Veintisiete.