Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Acción por el Clima y la Energía, ha asegurado hoy que España tendrá que contar con un mercado comercial anual y en términos de matriculaciones de 284.000 automóviles híbridos enchufables y 45.000 vehículos eléctricos nuevos a partir de 2030 si quiere cumplir con el objetivo fijado por la Comisión Europea (CE) de reducir en un 15% las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos a partir de 2015, porcentaje que será del 30% en 2030 según su propuesta.
“En números absolutos y para el mercado español sería pasar de una cifra de vehículos eléctricos en circulación de 10.000 unidades en 2017 a una cifra de 280.000 en el año 2030 y pasar de 7.000 vehículos enchufables en circulación en 2017 a una cifra de dos millones con las matriculaciones y el parque incrementantes”, ha afirmado el político durante la celebración en Madrid del ‘IV Foro de Movilidad Sostenible’ que organiza de la marca de automóviles Nissan.
Según datos de la Unión Europea mencionados por el también diputado del grupo Popular, en 2017 se matricularon en España un total de 4.000 automóviles eléctricos y 3.500 híbridos enchufables, una cifra ínfima en relación con los objetivos presupuestados.
La exigencia de matriculaciones expresada por Miguel Arias Cañete sería todavía mayor si se atiende a la propuesta lanzada ayer por el Parlamento Europeo, que incrementó la exigencia de reducción de emisiones de CO2 para los vehículos desde el 15% que propone la CE hasta el 20% en 2025 y hasta el 40% en 2030.
“Las cifras de puntos de recarga palidecen con la realidad”
El volumen de electrificación esperado no podrá alcanzarse sin una red de abastecimiento suficiente, un punto en el que incidió especialmente el político europeo. “Todo esto requiere de un desarrollo paralelo de las infraestructuras de recarga. La Comisión Europea hizo en su día una propuesta muy ambiciosa para desarrollar un gran número de puntos de recarga públicos, pero el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros europeo lo rechazaron”, criticó Arias Cañete.
“En España teníamos el año pasado 1.754 puntos de recarga para coches eléctricos, y para alcanzar en nuestro país los objetivos de reducción de emisiones del 30% como quiere la Comisión Europea, deberíamos disponer de 220.000 puntos de recarga. Esto no es un cuello de botella menor”, significó el diputado popular.
En el caso de los puntos de recarga, el planteamiento hecho por el Parlamento Europeo supone además que los puntos de recarga de vehículos estimados para España deberían ser de más de 300.000 unidades. El dato para el conjunto de Europa sería de 3,3 millones de puntos por los 2,6 millones del objetivo fijado por la Comisión Europea.
“Me felicito mucho por los grandes esfuerzos que se están haciendo en España en este punto, pero las cifras palidecen con la realidad. Si estos objetivos salen adelante los puntos públicos de recarga tienen que ser mucho más numerosos”, dijo Arias Cañete.
Pérdida de empleo: 12.000 puestos de trabajo
El político indicó también que la Unión Europea ha planteado una legislación “ambiciosa” de reducción de CO2 que debe conducir a una mayor electrificación del sector del transporte, “para garantizar una transición energética que sirva para mantener los empleos globalmente en el sector de automoción además de servir para que se desarrolle la electromovilidad”.
No obstante, Arias Cañete fue muy claro respecto de cómo se debe lidiar con este nuevo horizonte: “Un impacto en el empleo tiene que tener objetivos ambiciosos tanto de producción de emisiones como de electrificación que puede tener un impacto positivo en el conjunto de la economía, pero si se fuerza una transición muy rápida de los vehículos de cero emisiones, probablemente en el sector de vehículos con motor de combustión puedan verse pérdidas significativas de empleo. Hemos hecho unos cálculos iniciales que hablan de una pérdida de unos 12.000 puestos de trabajo”, puntualizó.
En cuanto a las especificaciones planteadas por el Parlamento Europeo en materia de vehículos eléctricos, el comisario europeo señaló que hay que tener cuidado con cómo se establecen los modelos de ‘bonus-malus’ para las marcas de automóviles. El Parlamento Europeo, en este sentido, ha endurecido en su propuesta medioambiental las condiciones y estándares fijados para la el desarrollo de vehículos eléctricos, de modo que la cuota de producción por fabricante de vehículos sea del 20% en 2025 y del 30% en 2030.
“Con este aumento el nivel de referencia se puede dar la paradoja de que un fabricante alcance el objetivo del 40% de reducción de emisiones en 2030 pero que no consiga el 35% de electrificación de su gama , por lo que sería sancionado. Es una situación con un cierto grado de complejidad”, dijo Cañete.
Cañete pidió también que “se fije una posición común” sobre el estándar de reducción de emisiones de CO2 de manera que los fabricantes de automóviles y todas las empresas que viven del sector sepan a qué atenerse.
“Se debe fijar una posición común entre la CE, el PE y el Consejo de Ministros de la UE antes de las próximas Elecciones Europeas de mayo de 2019”. De no ser así, el riesgo de continuar con las mismas políticas actuales y estándares “será real”, aseguró el diputado español.