Profile » Como un buen entrenador, Antonella Bruno ‘suena’ para tareas mayores en Fiat, aunque mantiene cargos de responsabilidad desde hace años. Sigan su pista
Es resuelta, dicharachera y una de las indiscutibles cabezas pensantes de la nueva Fiat. El todopoderoso Sergio Marchionne, consejero delegado del grupo fabricante de vehículos, que engloba marcas de coches que abarcan desde Lancia a Ferrari, ha promocionado su talento y aptitudes como ejecutiva proporcionándole cada vez más tareas directivas, de manera que, quién sabe, quizás nos estamos topando de frente con la ¿futura? capitana general del constructor italiano.
Antonella Bruno (45 años, Pinerolo [Italia]) es la directora ejecutiva de Lancia y la responsable mundial de la familia de vehículos funcionales de Fiat. Está en plena promoción del nuevo Fiat Tipo y no para un minuto. ¿Su día a día? “Muy duro (ríe)”, —confiesa a Fleet People— “Tengo muchas reuniones, trabajo con mucha concentración y con muchos departamentos, con Finanzas, con Comunicación… Todo para fijar estrategias y desarrollarlas para ejecutarlas en el mercado, que es el final de todo”.
Su primer trabajo en la industria del automóvil fue de responsable de posventa de la consultora de automoción MSX en Turín, ciudad donde trabaja actualmente y donde creció, y todavía le sorprende enormemente la capacidad de cambio que rodea a toda la industria del automóvil. Tras un breve paso por Ford a comienzos de está década, Antonella Bruno, licenciada en Ciencias Económicas, ha controlado desde el área de planificación de productos hasta el lanzamiento y evolución de modelos como el Fiat Freemont o el Fiat Bravo.
Previamente a su ocupación actual, trabajó en la Dirección de Marketing de Lancia, posición desde la que ascendió como un rayo hacia la máxima responsabilidad de la marca en Italia. Inmersa como está al cien por cien en el lanzamiento del Tipo, Bruno está convencida de que este vehículo, al que Fiat define como la mejor opción value for money, funcionará muy bien.
“Desde el principio del proyecto comprendimos que era un producto muy especial y que teníamos que saber qué queríamos con él. Empezamos de la nada, de cero, y enfocamos nuestras ideas en qué querría realmente el cliente, el consumidor. Nuestra gran baza está siendo que el modelo es muy aceptado en cada país nuevo en el que lo introducimos, lo que nos proporciona muchas alegrías”, explica la directiva, que en alguna ocasión ha comentado que para ser un gran ejecutiv@ de automoción, no necesariamente tienes que dominarlo todo sobre un coche, sino comprender toda la industria y los procesos que lo rodean. Y a esta filosofía suma una inquebrantable pasión por mejorar.
“No hay nada que me guste más que un proyecto que me permita superarme, en el que pueda aplicar todo el dinamismo posible y en el que hayan retos constantes”, sugiere a este magazine, a la vez que declina amablemente la idea de decantarse por un vehículo de su casa.
¿Es siempre el último modelo en el que trabaja el que más le gusta? —Le preguntamos—. “Suele ser el último y en este caso, con el Tipo, es que es así”, nos confía la directiva, cuyo primer coche fue un Lancia Ypsilon.
Bruno está exultante, y así nos lo hace saber, porque los resultados de TCO (Coste Total de Adquisición), un indicador clave para el mercado de las flotas, han resultado muy competitivos en el caso del nuevo Tipo, y asegura que van a explotar al máximo dicha característica con una edición especial del modelo denominada Business.
Y hablando de business, ¿A qué se dedicará cuando no trabaje en Fiat y dónde se ve en los próximos cinco años? Le preguntamos a la ejecutiva a modo de conclusión. “Leyendo, o al menos intentándolo, haciendo deporte y… ¿Dónde me veo? La verdad es que sólo en Fiat”, remata.
Palabra de Bruno.