Un grupo de concesionarios del tercer fabricante mundial de automóviles, Hyundai, ha demandado a la marca coreana en Estados Unidos, a la que acusan de obligarles a inflar las ventas de vehículos eléctricos de la compañía aplicando a modelos un código comercial de “préstamo” y, por tanto, asumiendo que están matriculados, cuando en realidad no tienen cliente final.
La demanda ha sido aceptada a trámite por la Corte Federal de Chicago y está encabezada por un grupo de concesiones que forman parte de la firma Napleton Aurora Imports Group, que hace cinco años emprendió acciones legales contra Chrysler por falsear sus ventas reales de automóviles y ganó el juicio.
En el caso de Chicago, los demandantes, de acuerdo con la agencia Reuters, fueron forzados por Hyundai a introducir de modo indebido los códigos de préstamos a los vehículos mientras que estos no encontraban comprador, y solo se eliminaba dicha etiqueta al venderse de modo efectivo a un usuario.
Esto serviría para incrementar de modo artificial las ventas de coches eléctricos de la marca, según los demandantes.
Además, los concesionarios que se han avenido a realizar estas prácticas han recibido, según se explica en la demanda, beneficios como la adquisición de stocks de automóviles a un mejor precio y mayores incentivos de venta, entre otros.
La demanda ha sido admitida a trámite, de modo fundamental, porque se han aportado grabaciones concretas en las que se alude a la práctica denunciada y en la que ejecutivos de Hyundai explican que deben ejercer ese tipo de presión para inflar las ventas “para dar cifras a los medios de comunicación y a los coreanos”.
Por el momento, Hyundai ha reaccionado a la situación afirmando que no aprueba este tipo de operaciones, si bien no ha hecho ningún comentario adicional sobre el asunto.
En 2019, cuando Napleton Aurora Imports Group demandó a Chrysler por mentir sobre sus datos de ventas mensuales de automóviles, el regulador del mercado financiero de estados Unidos impuso una multa a la marca de 40 millones de dólares.