Los hermanos Salvador, Antonio y Mónica Llinàs Oñate, propietarios de la empresa de alquiler de coches Autoclick, con sede en Llucmajor, están acusados de la venta en varios países cientos de vehículos que no eran suyos, según ha informado diariodemallorca.es.
El fraude afecta tanto a los legítimos propietarios de los automóviles como a los compradores, ya que unos no han recuperado sus vehículos y los otros no pueden disponer de ellos por a falta de documentación.
El magistrado de Palma encargado del caso dictó la semana pasada una orden internacional de detención y entrega contra estos tres acusados.
Autoclick es una empresa de alquiler de vehículos que fue fundada en 2014, tuvo una vertiginosa expansión: abrió oficinas en 23 ciudades de siete países europeos y llegó a contar con una flota de 20.000 vehículos.
La investigación de esta supuesta estafa comenzó en junio del año pasado, cuando los afectados presentaron denuncias y querellas tanto en España como en otros países.
Una de las primeras interpuestas fue de una empresa holandesa, cuya sociedad adquirió 25 coches en octubre de 2017 a Autoclick por 233.000 euros. La compañía recibió los automóviles un mes después, pero sin la documentación, por lo que en la práctica no pudo disponer de los vehículos.
Las demás demandas corresponden a entidades financieras y concesionarios que alquilaron vehículos en régimen de renting y al terminar el contrato no recuperaron el turismo. La compañía de rent a car justificó esta situación por la desaparición o robo de los vehículos.
La estafa millonaria de Autoclick
Las investigaciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional revelaron que este modus operandi ocultaba una estafa millonaria y por las que, Autoclick y otras empresas de los hermanos Llinàs —IMT Holding Spain y Balear Sport Car— habían vendido en todo el mundo cientos de vehículos sin ser propietarios y los tenían alquilados para explotarlos en las ciudades donde tenían sucursales.
El volumen de la estafa superaría los 50 millones de euros.
En junio de 2018 la Guardia Civil acudió a la sede central de Autoclick, en el polígono de Son Oms de Llucmajor, e inmovilizó los 80 turismos que allí había. La empresa siguió operando hasta septiembre, cuando se declaró en concurso de acreedores y cerró.
El juzgado de instrucción número 9 de Palma centralizó la investigación de las denuncias y querellas, hasta las 51 las partes afectadas que se han personado en el proceso judicial.
Entre ellos hay tanto entidades bancarias y concesionarios que alquilaron los vehículos a las sociedades investigadas como empresas de varios países europeos que compraron estos coches y los tienen inmovilizados por carecer de la documentación.
El magistrado Enrique Morell citó a declarar a los tres hermanos mallorquines que estaban al frente de las sociedades investigadas, pero ninguno de ellos se ha presentado.
Las gestiones llevadas a cabo por los investigadores de la Guardia Civil para dar con ellos han sido infructuosas y los tres se encuentran en paradero desconocido.
Orden internacional de detención y entrega
Posteriormente, el juez formalizó el arresto de los hermanos Llinàs Oñate y emitió una orden internacional de detención y entrega.
Morell ordena en el auto que se introduzcan sus datos en las bases de datos europeas de personas reclamadas por las autoridades de los países Schengen y que se transmita la información a Interpol para intentar localizarlos en cualquier lugar del mundo y extraditarlos a España.
En la causa judicial figuran al menos otras dos personas como investigadas. Una de ellas en una trabajadora de las empresas de los fugitivos, que sí está localizada y se ha desvinculado de la estafa en sus declaraciones.
Los investigadores habrían encontrado varios correos electrónicos remitidos a los comerciales de las empresas en los que les pedía que vendieran los automóviles de la flota.
El juez sigue llevando a cabo diligencias para esclarecer al alcance de la estafa.