La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) y los sindicatos CC.OO. y UGT han pedido al Gobierno una reforma fiscal que incentive la compra de vehículos eléctricos y sin «penalizar» la adquisición de uno nuevo con otra tecnología.
«Creemos en una fiscalidad más orientada al uso, que premie y a la vez incentive la compra de vehículos eléctricos pero sin penalizar la compra de un vehículo nuevo independientemente de su tecnología, pues esa compra supone renovación de parque hacia uno más limpio y eficiente», según figura en el paquete de 17 medidas que las cuatro organizaciones han propuesto al Ejecutivo para impulsar la industria del automóvil en España.
Las organizaciones que suscriben el documento han recordado al Gobierno que en su ‘Plan de impulso a la cadena de valor de la industria de la automoción’ se recoge la necesidad de abordar una «reforma integral de la fiscalidad sobre vehículos en coordinación con las administraciones territoriales (impuesto de circulación y matriculación).
En esa línea, el manifiesto también apunta la necesidad de «mejorar la eficacia» del tercer Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible (Moves) y, si bien los autores reconocen que tiene una «elevada dotación» y está «mejor diseñado» que sus antecesores, instan al Gobierno a «aumentar la velocidad de utilización» de estos fondos.
En el documento también se hace hincapié en que según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) en España debe haber cinco millones de vehículos electrificados en el parque nacional de 2030.
«España está avanzando de modo positivo, habiendo cerrado 2021 con una cuota del 7,8% de vehículos electrificados respecto al 4,8% del año anterior. Pero es necesario acelerar para no quedarse atrás, pues el ritmo es más lento que el de otros países de nuestro entorno», subraya el documento, que pone como ejemplo a Alemania (26% de cuota) y Francia (18,3%).
En ese sentido, las organizaciones han resaltado que el problema en este sentido «no es la oferta», dado que durante el año pasado la cuota de producción de turismos electrificados se ubicó en el 11,1%.
MÁS DEDUCCIONES FISCALES
Por otro lado, el manifiesto también recoge la necesidad de que en España haya una fiscalidad «atractiva» que fomente la innovación de productos y procesos y que fomente el desarrollo industrial para acercarse «al resto de países europeos».
Así, solicitan al Gobierno que refuerce las deducciones fiscales por I+D+I y a la inversión industrial con elementos como la amortización anticipada para inversiones relacionadas con la movilidad eléctrica.
También proponen la creación de nuevas bonificaciones en la fiscalidad local que sirvan a los municipios para impulsar la actividad industrial ligada a la electrificación del sector del automóvil.
En materia de inversión también plantean articular un «programa abierto y permanente» de inversión industrial de carácter productivo, así como un «acompañamiento público» a la inversión en I+D+i en el que se integren «préstamos bonificados y ayudas directas» explotando los permitidos por la normativa comunitaria.
En este contexto, las cuatro organizaciones plantean también que se priorice al sector del automóvil debido a que, según sus datos, supone el 10% del PIB nacional, el 15% de la recaudación fiscal y conforma el 9% del empleo al dar trabajo a cerca de dos millones de personas de forma directa o indirecta.
IMPULSO DE LA INFRAESTRUCTURA DE RECARGA
Otro de los aspectos en los que incide el documento es en la necesidad de que en España se multiplique por 25 el número de puntos de recarga para vehículos eléctricos, que actualmente se sitúa en torno a 15.000, para llegar hasta los 340.000 que hacen falta para los cinco millones de automóviles electrificados que se prevén en el PNIEC de cara a 2030.
«Hay que tener en cuenta que un alto porcentaje de los ciudadanos no tiene plaza de garaje, por lo tanto, la infraestructura de recarga debe desplegarse lo más rápido posible, acompañando toda la evolución de la industria y sin perder de vista la España más rural», añade el documento.
Otro de los aspectos en los que incide el paquete de medidas es en la necesidad de un «modelo de movilidad único» para España, «centrado en la persona y que, a la vez, cumpla los objetivos de descarbonización manteniendo la posición estratégica de la industria de la automoción».
En ese sentido, se plantea un modelo de movilidad «multimodal» en el que los ciudadanos puedan utilizar desde el transporte público y el coche, hasta los patinetes eléctricos y las bicicletas «en función de sus necesidades».
MESA DE LA AUTOMOCIÓN, EMPLEO Y FORMACIÓN
Las cuatro organizaciones firmantes también urgen al Gobierno a que reactive la denominada ‘Mesa de la automoción’ con un calendario recurrente de reuniones y un plan de trabajo.
«Debe ser un espacio clave para trabajar sobre el empleo, la innovación, la competitividad y la exportación, fortaleciendo la posición competitiva de nuestro país para mantener la relevancia mundial de España como fabricante de vehículos y sus componentes», señala el manifiesto.
En esa línea, también piden al Ejecutivo que el denominado ‘Grupo de trabajo infraestructuras de recarga del vehículo eléctrico (Gtirve)’ «agilice sus trabajos» para disponer de un conjunto de propuestas concretas «antes de final de año».
En cuanto al empleo, en el documento también se plantea la necesidad de un plan específico de «recualificación» para trabajadores y que fomente la formación en nuevas tecnologías, digitalización y producción de medios de transporte sostenibles.
Asimismo, consideran necesario un plan de igualdad para fomentar el empleo femenino en el sector e impulsar los perfiles STEM (científico, tecnológico, de ingeniería y de matemáticas) para actuar contra las brechas de género.
En este contexto también se requiere una «apuesta decidida» por planes de formación alineados con las necesidades de la industria y apuntan la necesidad de «rejuvenecer las plantillas» de las empresas debido a que «ciertas labores» en las plantas «requieren tal esfuerzo físico que alcanzadas ciertas edades contravienen en tareas menos difíciles».