Un 56% de los consumidores está dispuesto a pagar hasta un 20% más por un coche autónomo que por uno convencional, según refleja un estudio del instituto de investigaciones Capgemini y publicado en Europa Press.
El análisis muestra que en la actualidad uno de cada cuatro consumidores elegiría un coche autónomo a un año vista, aunque esta preferencia se duplica de cara a los próximos cinco años, pasando del 25% al 52%.
Los resultados se reflejan en el estudio ‘The Autonomous Car: A consumer perspective’ (‘El coche autónomo: una perspectiva de consumidor’),por el que se han desarrollad 5.538 encuestas a consumidores de Alemania, Francia, Reino Unido, Suecia, China y EE.UU en diciembre de 2018, y entrevistas a 280 ejecutivos de empresas fabricantes de automóviles, proveedores y tecnológicas.
El documento pone de manifiesto que entre los puntos fuertes que los consumidores encuentran en este tipo de vehículo se encuentran un consumo más eficiente de combustible (73%), la reducción de emisiones (71%) y el ahorro de tiempo (50%).
Capgemini subrayad que la compra o uso de un vehículo autónomo estará sujeta, entre otros factores, a la seguridad del vehículo (73%) y a la seguridad de sus sistemas (72%) frente a hackers, por ejemplo.
La tendencia de los millennials
Además, el 49% afirma que se sentiría cómoda si un coche de este tipo realizase recados en su lugar, más de la mitad (54%) confiaría a un vehículo autónomo la tarea de recoger o llevar a casa a amigos o familiares que no conduzcan, mientras que un 50% espera que estos coches les ayuden a ganar tiempo para poder realizar actividades sociales, de ocio, trabajo o disfrutar del viaje sin conducir.
La compañía de consultoría, servicios de tecnología y transformación digital, Capgemini, identifica en su análisis dos grupos específicos de consumidores propensos a confiar su movilidad a la conducción autónoma, los consumidores chinos y los jóvenes ‘millennials’.
Las respuestas en España son más positivas y menos negativas (53% y un 12%, respectivamente), mientras que las personas con edades por debajo de 35 años de áreas urbanas se muestran más receptivas a confiar en el coche autónomo.
Para el responsable mundial de Automoción en Capgemini, Markus Winkler, pese al «gran optimismo e interés» detectado entre los potenciales usuarios de vehículos autónomos, también «persiste cierto grado de incertidumbre y preocupación». Por lo que considera que los fabricantes «deben tener en cuenta las expectativas e inquietudes de sus futuros clientes, al tiempo que transforman sus propias operaciones desde un modelo centrado en el producto a uno orientado a los servicios y el cliente».
Capgemini señala cuatro áreas de acción para acelerar el proceso hacia un futuro autónomo: mantener informado al cliente sobre las capacidades reales del vehículo y evitar interpretaciones erróneas; incorporar las expectativas de los consumidores en estos vehículos a su diseño; ampliar su oferta de servicios, aliándose con nuevos socios tecnológicos, de contenidos y comercio; e invertir en software para integrar un enfoque de autonomía en su estrategia corporativa general.