Las operaciones realizadas en los talleres de reparación y mantenimiento de vehículos españoles se incrementaron un 2,5% en el primer semestre del año, pero la facturación del sector sólo creció un 1,8% entre enero y junio, según estimaciones de la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción, CONEPA.
Las cifras son reflejo de una evolución menos positiva que la registrada en el mismo período del año anterior (que registró un aumento del 5% en entradas al taller y 3% en cifra de ventas) y confirma la tendencia de pérdida de rentabilidad en el sector. El análisis de la Federación también refleja que crecen sensiblemente más las operaciones causadas por averías que las consideradas como de mantenimiento periódico o preventivo, lo que pone de manifiesto la mala salud del parque español y la necesidad de seguir incidiendo en campañas que estimulen el cuidado responsable de los vehículos.
Las especialidades de electromecánica y carrocería presentan una evolución similar en el conjunto y también existe una regularidad en el comportamiento de los dos primeros trimestres: enero-marzo fue peor que abril-junio, como es tradicional.
Además, destaca la diversa valoración registrada para el mes de junio, que suele ser uno de los mejores del año por la proximidad de las vacaciones, pero que este año se ha cerrado lejos de previsiones para casi el 50% de los talleres.
El empleo global sigue mostrando una tendencia al crecimiento, alcanzando, según estimaciones de CONEPA, las 150.000 personas, unas 2.000 más que a comienzos del ejercicio. La falta de personal cualificado está produciendo en la práctica una tendencia al crecimiento de los salarios, lo que preocupa a un sector castigado por la pérdida de rentabilidad.
Respecto a este punto, CONEPA recuerda la necesidad del sector de reparación y mantenimiento de automóviles de afrontar notables inversiones con el fin de dar respuesta a los vehículos modernos. Por ello, el secretario general de CONEPA, Víctor Rivera, ha afirmado que “todos los que operamos en el mundo del automóvil estamos en un momento complicado por la incertidumbre con respecto al futuro. Nos inquietan tanto las repercusiones de la evolución tecnológica en nuestros negocios como las transformaciones en los comportamientos del consumidor. El coche compartido y otros conceptos de la nueva movilidad implican cambios en la relación taller-propietario del coche, cada vez organizaciones más grandes en detrimento del particular”.