La VI Conferencia Nacional de Carsharing ha presentado las últimas cifras del sector del coche compartido en España, ejemplos de casos internacionales de éxito y la actualidad del que se considera ya el carsharing 3.0.
La Asociación Española de Carsharing (AEC), contó con profesionales de peso que argumentaron, un año más, que el coche compartido se consolida como clave para una movilidad urbana sostenible.
En este sentido, el Director General de Avancar, José Loring, ha afirmado que «hay que tener en cuenta que el uso de un coche compartido elimina de la ciudad entre 13 y 15 coches privados».
Las tendencias indican que el carsharing es un producto cada vez con más aceptación, ya que la posesión de un coche tiene menos peso frente a la alternativa de poder usarlo sin comprarlo. Así, el alquiler de coches por periodos de tiempo, ya sea en su modalidad round-trip, alquiler de ida y vuelta que se sitúa como un uso similar y sustitutivo al del coche privado, y por otro lado avanza el free-floting, entendido como aquellos coches de uso flexible dentro de un perímetro delimitado y que sería una alternativa al transporte público, aunque mucho más cara, o incluso el taxi.
El Director de Comunicación de Bluemove, Sócrates Domínguez, ha afirmado que «aquellos usuarios que realicen menos de 15.000 kms al año verán que su coste es menor si optan por la fórmula del carsharing. Si tenemos en cuenta que la media habitual son 7.000 kms por coche, el crecimiento potencial es enorme».
En Madrid, habrá más de 2500 coches compartidos al final de año para atender la demanda creciente. En cuanto a Barcelona y otros municipios del área metropolitana, el carsharing funciona bajo la fórmula del round-trip, que es la dominante en las ciudades europeas, con una flota actual de 500 vehículos y más de 40.000 clientes entre dos operadores.
La disrrupción de la nueva movilidad
En la Conferencia se han abordado temas como la preparación del sector automovilístico para la expansión del vehículo autónomo por sus ventajas como cero accidentes de tráfico, en teoría, menor consumo de energía y contaminación o disminución del número de automóviles necesarios, entre otras potentes razones. Por el contrario, las posibles amenazas como el aumento de tráfico, si se usa como automóvil individual y no público o una pérdida de empleos directos que habrá que gestionar debidamente. Sin embargo, la llegada del vehículo autónomo puede proporcionar una oportunidad única para obtener una ciudad sin vehículos privados o con una reducción disruptiva de su número.
Una ciudad basada en una flota de vehículos autónomos sólo necesitaría el 10% de la flota actual de vehículos, ahorraría el 90% de presupuesto global de movilidad, tendría un valor cercano a cero de contaminación y liberaría el 10% de la superficie de una urbe. En este sentido, el presidente de la AEC, Pau Noy, ha afirmado que “la movilidad 3.0 se sustentará en un estilo de vida distinto, donde la libertad y el uso del coche no serán valores importantes y donde los vehículos serán solo ordenadores”.
El evento contó con diversos casos de éxito fuera de las fronteras de España como el de la ciudad italiana de Milán. El Ayuntamiento italiano, al frente de una ciudad con uno de los índices más altos de tráfico de Europa, presentó su plan de nueva movilidad basada en una flota 100% eléctrica. En este momento cuentan con 3.000 coches de carsharing y 800.000 inscritos que realizan 12.000 viajes al mes que se unen a un plan integral, multimodal e interconectado con el transporte público para conseguir, en siguientes pasos y con el concurso del peaje urbano, descongestionar la ciudad e incluso llegar a rediseñarla, aprovechando la liberación de espacio público.
La sexta conferencia de la AEC reflejó que el futuro de la movilidad se discutirá entorno a los costes competitivos, que los sistemas que surjan serán complementarios con el transporte público y que los cambios de comportamientos de los ciudadanos serán los que marcarán la evolución del uso de los de vehículos compartidos.
