Aunque los patrones de consumo están cambiando, la casa y el coche siguen siendo los bienes en propiedad que más gasto requieren por parte de los españoles. Sin embargo, la adquisición de la vivienda requiere un desembolso medio diez veces mayor que el del automóvil.
Los españoles realizan más esfuerzo económico en mantener un bien que pierde un 10% de su valor cada año, que en cuidar una vivienda que ya ofrece una rentabilidad anual del orden del 6% que puede llegar si llegar al 20% si se rehabilita y reforma.
Según los datos de Cuida Tu Casa y Andimac, hechos públicos con motivo de la feria Rehabitar Madrid, organizada por IFEMA y el Ayuntamiento de Madrid, los españoles gastaron el año pasado del orden de 829 euros en mantenimiento del hogar, que si bien representa un incremento del 5% con respecto al año anterior, lo que supone alrededor de 700 euros menos que los que se dedican al cuidado anual de un coche que con sólo cinco años valdrá la mitad de lo que costó, a partir de datos del INE.
En este sentido, de la misma manera que es imprescindible tener a punto el vehículo para circular de forma segura, es preciso llevar a cabo un mantenimiento tanto correctivo como preventivo de la vivienda para garantizar la seguridad y el bienestar en el hogar, evitando así daños mayores que aumenten innecesariamente los gastos de reparación en el futuro.
Del mismo modo que existe un presupuesto destinado a las operaciones mecánicas del coche, a las reparaciones de carrocería o el cambio de repuestos y neumáticos, es necesario dedicar una parte del gasto al buen mantenimiento de los sistemas de calefacción y eléctrico, el acabado de suelos o el buen estado de los electrodomésticos, entre otros aspectos.
En el caso del coche, actualmente más de la mitad del presupuesto (52%) para su cuidado se lo llevan las operaciones mecánicas, tanto mantenimientos como averías. En el caso de la casa, se le da más importancia al exterior que al interior.
Los mantenimientos “mecánicos” del hogar (equipamiento eléctrico, mantenimiento de calefacciones, termos, conducciones, etc.) se llevan aproximadamente el 27% del total, mientras que la “carrocería” (puertas, suelos, pintura…) se lleva casi cuatro de cada diez euros del gasto.