El ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, hizo ayer un llamamiento para buscar una solución diplomática en el conflicto entre la Unión Europea y China sobre los aranceles a los vehículos eléctricos, tras un encuentro con el ministro de Comercio chino, Wang Wentao.
Habeck expresó la necesidad de evitar una guerra comercial que afecte negativamente a ambas economías, y subrayó la importancia de resolver el problema mediante el diálogo político.
La Comisión Europea ha justificado los aranceles como una medida para hacer frente a los subsidios chinos, que incluyen facilidades en el ámbito de la financiación y acceso a materias primas, lo que genera una situación de competencia desigual para los productores europeos.
El objetivo, según la Comisión, no es excluir a los fabricantes chinos, sino “establecer reglas justas para todos los actores del mercado”.
Habeck dejó claro que Alemania está dispuesta a competir con China, pero insistió en que esa competencia debe producirse en un marco de equidad.
«Estamos preparados para competir, pero en condiciones justas», afirmó.
La Unión Europea ha aplicado un programa de aranceles temporales de hasta un 37,6% sobre los vehículos eléctricos importados de China. Aunque estos aranceles no requieren de la aprobación de los Estados europeos, los definitivos sí podrían ser bloqueados si una mayoría de los países de la Unión se opone.
La investigación de Bruselas está a punto de concluir y se prevé una decisión en breve sobre la aplicación de aranceles definitivos que podría llegar el próximo 27 de este mismo mes y que supondrían un periodo de aplicación de cinco años.