Con 52 años de historia y un beneficio acumulado de 1.363 millones desde 2010, LeasePlan debe pujar fuerte para calmar el ansia de retorno de sus nuevos jefes.
Un fondo de inversión, una herramienta diseñada única y exclusivamente para captar oportunidades de negocio y exprimirlas al máximo, no es lo mismo que un family office o que una empresa convencional que puede o no generar beneficios. La venta de la empresa holandesa de renting y leasing LeasePlan a un grupo de cinco variopintos inversores obliga a que la compañía de origen holandés, que gestiona una flota de 1,2 millones de vehículos, esté obligada a cambiar el chip de inmediato: el medio y largo plazo que suelen observar las empresas tradicionales desaparece, y entra en escena el corto plazo y una carrera continua en la que la firma que dirige el ejecutivo Vahid Daemi tendrá que esforzarse al máximo para ofrecer resultados rápidos y positivos a sus nuevos accionistas de referencia. “Para nosotros no supone un gran cambio”, explica un directivo español que trabaja en la competencia de LeasePlan.
“Somos pocos actores y participamos de un sector muy maduro. Que entre un nuevo jugador no alterará las cosas de una manera tangible, al menos en principio”, sostiene.
Para el grupo Volkswagen, la jugada de la venta de LeasePlan ha sido, simplemente, redonda.
Compró el 50% del capital de la empresa en 2004 —en un momento en el que también contaba con la alquiladora Europcar en su portfolio— y junto con dos socios más, a la sazón fondos de inversión también. La situación no era la misma para todos, no obstante. Con esa participación mayoritaria, Volkswagen dictaba las normas.
Cuando el fabricante del Golf se deshizo de los activos de LeasePlan el pasado julio, se anotó de inmediato una jugosa plusvalía de 585 millones de euros. Limpios y al bolsillo.
El 98% de las empresas españolas facturan menos de dos millones de euros al año, y sólo el 0,1% de las tres millones de compañías registradas ingresa más de 50 millones de euros, es decir, ni un 10% de lo que ha ganado Volkswagen con el traspaso de LeasePlan.
Pero incluso el propietario anterior a Volkswagen, el banco holandés ABN Amro, ya se había llevado un gran pellizco por el traspaso de la empresa al constructor de automóviles. Ganó 950 millones de euros en la operación de venta.
Una ensalada muy ambiciosa
Los nuevos dueños de LeasePlan, a saber un gigantesco fondo de pensiones danés y cuatro fondos de inversión más —holandeses, árabes, ingleses y estadounidenses—, están especializados en rentabilizar sus activos gestionados con retornos anuales que suelen generar récord tras récord. Y ése y no otro es su objetivo.
El fondo danés ATP, por ejemplo, registró entre enero y marzo pasados el mejor primer trimestre del último lustro, con un retorno neto de su cartera de 778 millones de euros, lo que equivalió a una ratio de retorno del 6%.
La cuenta de resultados de LeasePlan puede ser una de las bazas que ha fijado con fuerza el apetito comprador de los fondos de inversión en la firma holandesa. Su resultado después de impuestos no ha dejado de crecer.
En 1995 ganó 55 millones de euros, cinco años después se embolsaba ya más de 150 millones anuales y el último ejercicio generó 372 millones de euros de beneficio neto, 46 millones más que en 2013. La clave de la compra residirá en cuánto es capaz de crecer LeasePlan a corto plazo y si esa manera de crecer satisface a sus cinco propietarios, porque el retorno de la empresa se dividirá a partir de ahora en cinco partes iguales a repartir entre Europa, Asia y América.
La multinacional neerlandesa del renting juega a su favor con las perspectivas de crecimiento del sector del leasing en los próximos años, y en contra con la madurez del mercado europeo, en el que juega casi todas sus cartas.
En este sentido, uno de los principales crecimientos en el mercado de renting y leasing para flotas se observa en Estados Unidos, donde LeasePlan, eso sí, apenas tiene presencia. En el caso europeo, la consultora KPMG calcula que este año se venderán 6,8 millones de vehículos en renting en Europa Occidental, a lo que se sumarán 4,3 millones en leasing.
El dato mejora en 300.000 unidades la cifra de 2013 y, con más perspectiva, en 1,3 millones los resultados de 2010, sobre todo gracias al empuje del renting.
¿Será bastante esa alza para los nuevos patrones de LeasePlan?
LOS QUE MOVÍAN LOS HILOS DE LA EMPRESA
- Detrás de Mubadala, el fondo que poseía el 25% de LeasePlan, se sitúa el Califa Bin Zayed Al Nahyan, segundo presidente de Emiratos Árabes Unidos desde su constitución en 1971. Con 68 años de edad, es la 37 persona más poderosa del mundo, según ‘Forbes’, y controla a través del país que dirige 98.000 millones de barriles de petróleo en reservas. Uno de sus hermanos es el dueño del club de fútbol Manchester City. Está muy unido a España y al anterior Rey, Don Juan Carlos. De hecho ha sido condecorado por España en dos ocasiones, como Caballero de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.
- Martin Winterkorn es el hombre de moda en el sector del automóvil. Preside el Grupo Volkswagen —que facturó más de 200.000 millones de euros en 2014 y del que se calcula da empleo a 10 millones de persona— y acaba de ganar un fenomenal pulso al patriarca de la marca de automóviles, Ferdinand Piëch, para seguir al frente del fabricante del Golf. Es cristiano, de joven fue portero de fútbol en Alemania y siempre ha sido un enamorado de los coches. Volkswagen gestionaba el 50% de LeasePlan.
- Friedrich von Metzler representa la undécima generación al frente de la Banca Metzler, fundada en 1674. Mantenía un 25% del capital de la empresa de renting. Como los grandes oligarcas alemanes, guarda celosamente su privacidad y se conoce muy poco de su actividad fuera de lo estrictamente profesional. Cuenta con una nómina de 780 empleados que operan en 20 países del mundo, está casado y es un gran filántropo del arte.