El Tribunal de Distrito de Tokio ha condenado a la firma automovilística Nissan a pagar 200 millones de yenes (1,6 millones de euros al cambio actual) por violar la Ley de Instrumentos Financieros y de Intercambio (FIEA) del país asiático, según ha confirmado la empresa en un comunicado.
Nissan, con el apoyo de abogados externos, realizó una investigación interna en 2019 y se descubrió que Greg Kelly, exdirector representante de la compañía, colaboró en la desviación de fondos de la empresa hacia cuentas del expresidente Carlos Ghosn, que huyó a finales de 2019 de Japón tras imputársele varios delitos fiscales.
Las investigaciones confirmaron la existencia de indemnizaciones no pagadas en relación con Ghosn y que su remuneración como directivo fue superior a lo reportado en el informe anual de resultados bajo su instrucción.
Nissan y su reforma corporativa
Además, la Agencia de Servicios Financieros de Japón impuso una sanción monetaria administrativa a la empresa el 27 de febrero de 2020, debido a las declaraciones erróneas en los informes financieros anuales pasados.
En este sentido, Nissan ha confirmado en un comunicado que ha emprendido medidas para reforzar su gobierno corporativo y para reformar su cultura corporativa, con «el fin de evitar este tipo de conductas indebidas».
La compañía ha decidido no recurrir la sentencia, sosteniendo que «se trata de una sentencia justa y que se toma este asunto muy en serio».
«La mala conducta de Ghosn y otros no se limita a la violación de la FIEA. La empresa lamenta profundamente no haber podido evitar dicha conducta indebida, y seguirá mejorando la gobernanza y reformando la cultura corporativa en toda la empresa, para evitar dicha conducta indebida», ha sentenciado Nissan.
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