Las matriculaciones de automóviles de turismo corporativas crecieron de modo considerable en Reino Unido en mayo pasado, después de totalizar 79.272 unidades canalizados a través de entregas a flotas, renting y ventas a empresas, lo que representa un crecimiento del 36,3% en comparación con las 58.152 unidades de mayo de 2022.
De acuerdo con cifras consultadas por Fleet People a través de la patronal del motor británica, el mercado de flotas de la región superó con amplitud la cuota de entregas del mercado privado, con un 54,6% en el mes pasado, por el 45,4% que registró la demanda de coches privada.
Las entregas enfocadas a nombre de sociedades o con un fin distinto al uso particular están repuntando en Reino Unido después de atravesar un 2022 de incertidumbres y marcado por la carestía de vehículos por la crisis de los semiconductores.
Esta buena sintonía ha llevado a las ventas corporativas a situarse en 416.927 unidades entre enero y mayo, con un aumento del 37,8% en relación con los algo más de 300.000 coches que se entregaron a flotas en los cinco primeros meses de 2022.
Hay que reseñar, además, que las ventas a clientes particulares han descendido en Reino Unido tanto en mayo como en el acumulado del ejercicio, si bien levemente, en el entorno del 1% en ambos casos.
Hasta el mes de mayo, la cuota de participación de las flotas dentro del mercado británico se ubica igualmente por encima de la de clientes particulares, con un 53,9% respecto del 46% privado.
En mayo pasado, y teniendo en cuenta todos los segmentos de venta, tanto el privado como el societario, el Ford Puma fue el coche más vendido en Reino Unido, seguido por el Nissan Qashqai y el Vauxhall Mokka. En el acumulado del año, el líder es el mismo modelo, el Puma, pero seguido por el Vauxhall Corsa y por el Nissan Qashqai.