El Ejecutivo de Giorgia Meloni se ha avenido a trabajar de manera conjunta con el grupo automovilístico Stellantis, cuyas raíces se sitúan en Italia, siempre que esa dirección discurra hacia una estrategia de futuro basada en el mantenimiento de las factorías y los puestos de trabajo del grupo automovilístico en el país.
Así lo ha afirmado este domingo la primera ministra transalpina en encuentro con sus colegas del Partido Conservador de Italia celebrado en Roma en el que ha asegurado que el Gobierno evaluará los casos uno por uno y teniendo en cuentas “sus méritos”.
Este martes se celebrará una reunión entre diferentes representantes del sector automovilístico de Italia y los poderes públicos, en el que se abordará la problemática que rodea a la industria de fabricación local, así como la vertiente comercial.
Meloni ha afirmado que no solo aplicará esta vara de medir a Stellantis, sino a cualquier empresa de Italia, lo que significará que prestará su apoyo siempre que se constante la idea de mantener los empleos y las estructuras fabriles.
Tras la abrupta salida de Carlos Tavares, el consejero delegado de Stellantis hasta hace escasas fechas, el Ejecutivo de Meloni aguarda esperanzas sobre un cambio de giro en la estrategia de la compañía de vehículos, que en Italia proporciona empleo a decenas de miles de personas.
Durante los últimos años, la constante política de recortes aplicada por Tavares afectó especialmente a Italia y a sus factorías, lo que supuso la adjudicación de modelos, algunos de ellos electrificados, a otras factorías del grupo lejos de Italia cuando se esperaba que fueran asignados al país transalpino.