La tercera generación del Volkswagen Touareg lleva implícita de serie la palabra ‘enganche’. Y no sólo porque en el desarrollo de la prueba de conducción dinámica que hemos efectuado para probar el modelo nos haya parecido que es un gran rodador. El Touareg engancha porque cumple con todas —absolutamente todas— las premisas que pueda requerir el departamento ejecutivo de una compañía.
Entra de lleno en la categoría pura de user-chooser, y a nuestro juicio cuenta con un argumento de venta corporativa irrefutable. En el nivel premium en el que se inscribe, dispone de un diseño, equipamiento y dotación tecnológica y de seguridad de último nivel. Ese aspecto que adoran los directivos de empresa… Y con un precio por supuesto no contenido, pero sí por debajo de lo que proponen los Sport Utility Vehicles premium de otras firmas, lo que proporciona una cuota mensual más contenida, algo que siempre viene bien.
Si a todo ello le añadimos el efecto novedad, un elemento crucial para cerrar ofertas en niveles de elevado perfil adquisitivo, nos encontramos ante un buque insignia del fabricante alemán que a nosotros nos ha parecido redondo. Un gran vehículo.
“Es nuestro modelo más emblemático y en esta tercera generación ofrece un salto dinámico y tecnológico espectacular. El nuevo tren de rodaje proporciona un confort y una dinámica superior y su nuevo diseño interior se adelanta al futuro”, explica en declaraciones a Fleet People el responsable de Flota y RAC de Volkswagen España, Marcos Grant.
La aportación tecnológica es, quizás, lo más reseñable del nuevo Touareg junto con sus condiciones ruteras. Este modelo estrena el ‘Innovision cockpit’, que combina en la consola principal dos pantallas —la frontal central de 12 pulgadas que agrupa la información ante el volante y la frontal lateral de 15 pulgadas— que aglutinan todos los elementos de control y acción básicos del vehículo.
Con la idea de establecer un modelo único de pantalla digital, el Touareg avanza el camino que más pronto que tarde vendrá de serie en todos los vehículos: la digitalización prácticamente completa de toda la consola de mandos. La pantalla frontal lateral nos ha parecido enorme y, sobre todo y fundamentalmente, fácil de utilizar. Como un móvil gigante.
Hay que decir que para acceder a este opcional hay que añadir 4.230 euros a la factura final del coche, si bien tenga en cuenta: si es usted un cliente de empresa, le recomendamos que intente disponer de este sistema. Sólo supondrá algún que otro euro añadido a la cuota mensual, y el rendimiento diario se nos antoja más que rentable; le proponemos lo mismo si es un profesional liberal, autónomo o cliente privado: son algo más de 4.000 euros, sí, pero considere muy mucho la elevada funcionalidad que le reportará este sistema. Y el valor incrementar de reventa pasados los años, por qué no apuntarlo.
A este elemento que nos ha parecido que puede marcar la diferencia se le une uno más en conjunción con otro tercero: las cualidades de conducción del Touareg y cómo completan la experiencia los elementos de tecnología de seguridad indexados en el vehículo.
Cuando circula por carretera, los asistentes de conducción del Touareg son los reyes indiscutibles. El lector de señales de tráfico que adapta en cada momento la velocidad del coche en función de la reglamentaria que marca la vía es un magnífico aliado. Si a ello se le unen el asistente de carril, que reconduce la dirección si traspasamos la línea continua y el de frenada, existen momentos en los que la conducción autónoma se nos antoja perfectamente posible.
El Touareg nos devuelve a la realidad, eso sí, de un modo inmediato. Si detecta que no estamos controlando de modo activo el volante durante un número de segundos determinado, efectúa avisos sonoros claros, frena progresivamente el vehículo y aplica tirones muy efectivos en el cinturón de seguridad para que el conductor retome el control.
“Estos son otros de los aspectos en los que vemos el salto tecnológico del nuevo Touareg, son muchas y muy importantes las mejoras que ofrece en materia de seguridad gracias a sus numerosos asistentes a la conducción de última generación”, destaca Marcos Grant a Fleet People.
En montaña y cuando las condiciones de la carretera permiten más alegrías es cuando el nuevo SUV de Volkswagen se comporta, a nuestro juicio, de modo sobresaliente. Parece mentira que un automóvil de 2.000 kilos y un centro de gravedad relativamente elevado tenga las cualidades dinámicas del Touareg, cuya entrega de potencia, aplomo, estabilidad y facilidad de manejo no te llevan a pensar en ningún momento en sus dos toneladas y casi cinco metros de largo por dos de ancho.
Sí que da la impresión de que estás conduciendo otro tipo de vehículo: una berlina deportiva pura. Esas son las sensaciones que nos ha transmitido la nueva bandera de referencia en términos de imagen del grupo Volkswagen, que trabaja en un segmento, el de los SUV premium, que curiosamente supone un 1% del mercado automovilístico español, pero que a cambio ofrece un componente de exclusividad que sirve para cincelar la imagen de marca de cualquier compañía.
El nuevo Touareg se puede adquirir en el mercado con tres tipos de equipamiento diferentes: Pure, Premium y R-Line, con un precio de salida de 65.000 euros al que se tienen que añadir 4.200 euros para acceder a la versión Premium o 6.250 euros en el caso de la R-Line.
Estos equipamientos se combinan también con tres entornos de diseño disponibles: Atmosphere, Elegante y R-Line: más clásico y cálido, más fresco y digital y más deportivo, respectivamente.
La opción para el conductor corporativo de este vehículo es perfecta ya desde su versión de entrada Pure. Cuenta con numerosas aportaciones de entrada: grupos ópticos led, llantas de 18 pulgadas y sistema de navegación con pantalla de 9,2 pulgadas.
Las motorizaciones del SUV de referencia de Volkswagen se dividen en tres opciones diésel (3.0 V6 de 231 y 286CV más un 4.0 V8 de 421CV) y una de gasolina 3.0 V6 de 340CV. Todas están asociadas a una transmisión automática tiptronic de ocho velocidades. A alguna de estas opciones se podrá optar a partir del cuarto trimestre de este año, mientras que la de gasolina de 421CV llegará en 2019.
Con una casi infinita oferta de opcionales en forma de paquetes tecnológicos, de seguridad y comodidad, el Volkswagen Touareg cuenta con un maletero cuya capacidad es de 615 litros —1.655 litros si se pliegan los asientos— y un depósito en el que caben 75 litros de combustible (90 en el caso de los propulsores V8).
“Estamos convencidos de que será la referencia en su segmento para el mercado de empresas”, finaliza Grant.
Desde luego, y después de probarlo en directo, a nuestro juicio no le falta ni un solo argumento para serlo.