A la hora de abordar el mantenimiento de un coche también se debe tener en cuenta el adecuado funcionamiento del aire acondicionado, ya que aunque parezca un elemento carente de importancia una mala temperatura en el automóvil podría incluso producir un accidente. Una inadecuada climatización en el interior del vehículo propicia la aparición de la fatiga y por consiguiente afectar a la capacidad de concentración y a los reflejos del conductor. Así, también puede considerarse al aire acondicionado como un elemento más de seguridad pasiva.
Sin embargo no debe confundirse el aire acondicionado con el climatizador, ya que el aire acondicionado únicamente se encarga de expulsar aire frío o caliente en el interior del habitáculo independientemente de las temperaturas climáticas exteriores. No obstante, el climatizador cuenta con un sensor exterior cuya función es controlar la velocidad de las salidas del aire y del ventilador para una zona concreta del automóvil.
¿Cada cuánto hay que cambiar el aire acondicionado?
Como norma general la vida útil de un aparato de aire acondicionado en un automóvil es de dos años debido a que funciona a través de un circuito cerrado, aunque se debe tener en cuenta que no haya ninguna fuga de lo contrario se debe cambiar el aire acondicionado a la máxima brevedad posible para evitar problemas en la conducción.
Entre los principales indicios para saber que algo en el aire acondicionado no funciona como debería es el hecho de que el aire no enfría como antes, produce un mal olor o mucha humedad a la hora de ponerlo. Es por esto que es conveniente revisar con frecuencia el sistema de aire acondicionado del coche para cerciorarse de que no haya ninguna fuga de gas en las tuberías y que el líquido refrigerante se encuentre en sus niveles óptimos.
Para su correcto funcionamiento es recomendable encender el aire acondicionado al menos una vez al mes durante 15 minutos para evitar la acumulación de residuos en los tubos, causantes de malos olores. Otro error común es activar el aire acondicionado nada más encender la marcha y no esperar unos pocos minutos a que el coche arranque. De igual modo, abusar de la máxima potencia del aire acondicionado cuando es innecesario aumenta las posibilidades de sufrir una avería o una fuga de gas causado por su uso excesivo.
¿Cómo recargar el aire acondicionado?
Si han pasado más de dos años o has notado fallas en el aire acondicionado es hora de recargarlo. Dicha recarga deberá hacerse en un taller ya que aunque no se trata de una reparación muy complicada requiere de los conocimientos de un profesional al no poderse utilizar cualquier tipo de gas, sino únicamente el especificado por el fabricante, además de que únicamente se pueden utilizar aquellos gases homologados.
El tipo de gas más utilizado es el denominado R134A, el gas más tradicional y que se encuentra normalmente en aquellos vehículos fabricados antes de 2017. Por el contrario aquellos automóviles fabricados con posterioridad a 2017 usan habitualmente el gas R1234YF. Al tratarse ambos gases de refrigerantes fluorados como consecuencia se deberá abonar el pago de la tasa de gases fluorados, es decir, se trata de un impuesto indirecto que grava el consumo de una serie de gases que se utilizan para el funcionamiento de ciertos aparatos como el aire acondicionado en el coche o los refrigerantes y que propician la aparición del efecto invernadero en la capa de ozono.
En un taller no sólo recargarán el aire acondicionado sino que también limpiarán los tubos de la suciedad y la humedad que se hayan depositado en su interior y que impiden su adecuado flujo hacia el interior del vehículo. Dicha recarga se programa dependiendo del modelo de coche ya que de esto depende la cantidad de líquido refrigerante y gas fluorado que necesita para funcionar correctamente.
El precio de la recarga de este elemento de seguridad pasiva no suele superar los 100 € si no se presenta ningún problema grave en los tubos interiores o existe una fuga de aire considerable que requiere un cambio por completo de las tuberías.