El futuro ya está aquí. A pesar de no encontrarnos con coches voladores por la calle y ciudades sin luz natural, la tecnología de movilidad autónomos va ganando terreno y avanzando sigilosamente, oculta tras la de los coches eléctricos y de hidrógeno, para convertirse en realidad en no mucho tiempo. O al menos, eso es lo que esperan los fabricantes de estos vehículos, poco amigos de los taxistas humanos.
Los llamados robotaxis, o coches autónomos que estarían destinados al transporte de pasajeros, están equipados con la vanguardia tecnológica de sistemas de inteligencia artificial y de sensores. Así, son una declaración de intenciones de hacia dónde se dirige el sector y de la revolución que se avecina sobre el transporte público.
Analizamos las características principales de estos robotaxis:
Autonomía en la conducción
Los robotaxis incorporan tecnologías de conducción autónoma de nivel avanzado, permitiendo que el vehículo se desplace de manera segura y eficiente sin la necesidad de intervención humana. Esto se logra a través de cámaras, radares, sensores y sistemas de aprendizaje automático que requieren a su vez información digitalizada de los espacios por los que se desplazan.
Movilidad compartida
La mayoría de los proyectos de robotaxis tienen objetivos de ser utilizados con aplicaciones de movilidad compartida. Los usuarios pueden solicitar un vehículo a través de aplicaciones móviles, similar a los servicios de transporte convencionales, pero con la diferencia de que no habrá conductor humano.
Reducción de impacto medioambiental
Se espera que los robotaxis contribuyan a la reducción de costes asociados con la movilidad, ya que la ausencia de conductores humanos elimina los gastos relacionados con la contratación del conductor. Además, al optimizar rutas y reducir la congestión del tráfico de forma automática, es garantía de que tendrán un impacto positivo en el medio ambiente.
Como cualquier innovación tecnológica que aún no se ha implantado en la sociedad, los robotaxis se enfrentan a varios desafíos y obstáculos que de momento hacen complicada su incorporación a la vida diaria.
El primero de ellos es la regulación de cada país y las dudas sobre seguridad que se generan con la conducción autónoma. Para poder incorporar los robotaxis, es de vital importancia establecer estándares para garantizar la seguridad de los pasajeros del propio vehículo y del entorno, así como de los peatones, así como abordar preguntas éticas y legales relacionadas con los algoritmos de toma de decisiones.
El segundo obstáculo es el desarrollo aún limitado de la tecnología de conducción autónoma. Existen muchos avances sobre este tema pero aún se requieren mejoras para resolver complejidades de diversas situaciones, tanto en el tráfico como con el clima y otros escenarios que se plantean impredecibles en la experiencia de la conducción.
Por otro lado, no menos importante, es la necesidad de adaptación de la infraestructura vial actual, que no siempre está preparada para la conducción autónoma. La señalización, la calidad de las carreteras y otros elementos de infraestructura necesitan actualizaciones para ser compatibles con los requisitos de los vehículos autónomos. Además será necesaria la implementación de tecnologías de comunicación vehículo a infraestructura (V2I) que permitan a los robotaxis intercambiar información con semáforos, señales de tráfico y otros elementos de la infraestructura urbana.
La adopción de vehículos autónomos también enfrenta desafíos económicos. La tecnología asociada puede ser costosa, y garantizar que esté disponible y accesible para una amplia gama de usuarios será esencial para su aceptación y éxito.
Dado que la conducción autónoma no se limita a fronteras nacionales, será necesario abordar la interoperabilidad internacional de la tecnología y las regulaciones para facilitar el desplazamiento de vehículos autónomos entre diferentes países.
A pesar de estos desafíos, varias compañías y organismos en España están trabajando activamente en el desarrollo y prueba de vehículos autónomos. Con el tiempo, se espera que la superación de estos obstáculos y la colaboración entre sectores público y privado impulsen la integración exitosa de coches de conducción autónoma en las carreteras españolas.
¿Cuándo llegarán a nuestras calles los robotaxis?
La llegada de los robotaxis a nuestras calles es un tema de especulación y depende de múltiples factores, incluyendo avances tecnológicos, aprobaciones regulatorias y la aceptación pública.
Actualmente hay diversas marcas de automóviles que están trabajando en desarrollar tecnologías de conducción autónoma, como Tesla, Waymo, General Motors y Uber. Algunos países, como China y Estados Unidos, ya han iniciado pruebas piloto con resultados en su mayoría inmaduros, pero, sin duda, la implementación a gran escala aún llevará varios años.