Los números cuentan la historia muy rápido. De aquí a 2030, el sector de telemática en flotas va a crecer de los 26.000 millones de euros actuales a los casi 75.000 millones en 2030. Es decir, prácticamente se va a triplicar en solo seis años. Es la conclusión unánime que llegan múltiples informes del sector (Esomar, MarketsandMarkets, McKinsey, Global Market Insights). La telemática está en auge y no va a haber quién la pare. ¿Cuáles son los motivos? Fleet People los debate con los protagonistas de esta revolución.
La primera explicación de esta tendencia apunta directamente al bolsillo de consumidores y de las empresas de flotas que proveen el servicio.
Porque la telemática, un cóctel extremadamente complejo y sofisticado de tecnologías en boga (big data, machine learning e Internet de las Cosas son tres de las tendencias más nombradas por los entrevistados), es, como concepto, una recopilación e interpretación de todos los datos imaginables al volante para hacer esta más eficiente, menos dañina para el medioambiente y más rentable para quien emplea la telemática. Y es un beneficio que se ve inmediatamente.
“Enseguida ves el retorno de inversión”, explica Miguel Fayos Jordan (Orihuela, Alicante, 1983), vicepresidente de soluciones de ingeniería de Geotab, empresa española y una de las líderes en el sector a nivel mundial desde su fundación en el año 2000. “Por ejemplo, para nuestros clientes de Vecttor, del grupo Cabify, apenas después de haber conectado sus vehículos ya han conseguido ahorrar entre un 2% y un 3% de combustible que para ellos supone unos doscientos mil euros al año”.
En su anuncio conjunto con Telefónica de este acuerdo, Geotab destacaba también el impacto ecológico que suponían los entre 14.000 y 18.000 litros ahorrados por Vecttor durante ese año: nada menos que 20 toneladas menos de emisiones de CO2 anuales.
Por este impacto inmediato, Fayos colige que la actitud de las empresas, en un periodo reciente, en torno a los seis últimos años, ha cambiado mucho. “Hace tres o cuatro años sí tenías que luchar un poquito para convencer”, explica el directivo.
“Llevo 6 años en Geotab y sí que he visto esa evolución. Por supuesto, depende del sector, del tipo de empresa, de cómo de cerca estén del mundo digital, de la tecnología… Pero nosotros cada vez más vemos esa tendencia. Cada vez son menos las empresas a las que hay que convencer porque esto se ve en España y también en el resto de Europa”.
La evolución tecnológica en esos tres grandes paradigmas (recordemos, IoT, machine learning y big data) es la gran responsable de este éxito y creciente confianza de las compañías. Heike de la Horra (Málaga, 1967), líder del sur de Europa de Webfleet, empresa del sector telemático de flotas con más de 60.000 clientes distribuidos en 100 países, pone un ejemplo muy concreto del uso de la telemática en algo fundamental en la vida de cualquier ciudadano: los alimentos de los que disponemos en un supermercado.
El cómo llegan a las baldas.
“Por ejemplo, hablamos de sensores de temperatura y humedad, que ya son bastante habituales para monitorizar la carga refrigerada, pero también habrá mejores sensores que miran la maduración de las frutas y verduras”, apunta de la Horra.
“Esto te permite saber lo que llaman los ingleses el shelf-life, cuánto tiempo puede estar la mercancía en el supermercado”. Es decir, que a la llegada de esa mercancía a cualquier punto de venta, se puede calcular por cómo se monitoriza la comida en qué estado se encuentra para que podamos consumirla en base a cómo ha resultado su transporte.
Conductores conscientes
“Empieza a haber soluciones, incluso de inteligencia artificial, que te pueden indicar, por ejemplo, cuán buena conductora eres tú. Es decir, que evalúan cómo has conducido ese mes y te comparan con respecto a la media si lo has hecho mejor o peor que otro mes. Y además, te dan datos específicos. Esta semana o este día has sido mucho más rápida. Te da una información que podría homologarse a los datos de salud que tenemos en nuestros teléfonos inteligentes. Esta parte, creo yo, que aunque sea incipiente, es terriblemente interesante. Es verdad que no nos gusta descubrir que somos malos conductores igual que no nos gustaba, de niño, que nos regañaran nuestros padres. Pero llegará el día que estos datos tengan una proyección a la tarificación de mantenimiento de seguro, responsabilidad civil… Es decir, si puedes evidenciar que tienes un buen patrón y que, además, no has tenido siniestralidad, pues todo eso va a poder ser un potencial transformador”.
Habla José-Martín Castro Acebes, presidente de la Asociación Española del Renting, la principal patronal del sector de las flotas en nuestro país.
Esta dimensión a la que alude José-Martín es a futuro, y depende del conductor, de cómo aprecie subjetivamente esa nueva realidad, el que vea los datos como una oportunidad o como una amenaza. Pero en las palabras de Castro se advierte ese deseo, y hasta esperanza, de que la telemática puedan proporcionar, siempre que se reciban con la cabeza fría y actitud de mejorar, una sociedad más cívica, segura y consciente de sus errores en cuanto a todo lo que tiene que ver con la movilidad.
“En un plazo lo suficientemente lejano, tiene que haber una cultura sana de la conducción”, asevera. “Es como lo que sucedía antes con el deporte. Te preguntaban si lo hacías y muchos mentían para quedar bien. Ahora hay una cultura general en la que todo el mundo asume que debe hacer algo, unas horas, pasear o lo que sea. Yo creo que eso también lo vamos a ver en la movilidad. A futuro, veremos la virtualización de la conducción. La fusión de la conducción humana con la robótica. Pero a presente ya tenemos cosas como la aplicación de Cepsa. La activas y de pronto, mientras estás conduciendo, te informa de si tal giro o frenazo han sido demasiado bruscos y creo recordar que te premian con descuentos si sacas buena puntuación. Creo que es un ejemplo pequeño y curioso yo de cómo vamos aceptando el tener un comportamiento más consciente, más entrenado y más responsable”.
Sin saberlo, Heike de la Horra, directivo de Webfleet, armonizaba con Castro Acebes al poner un ejemplo muy concreto de cómo los conductores de flotas tendrán que adaptarse a monitorizar su estilo de conducción a través de una pata muy concreta del Internet de las cosas: las wearables, es decir, dispositivos tecnológicos orientados a la toma de datos concretos.
“La información del propio conductor incorporada a la telemática, lo comento como futurible, pero es algo que veo que va a llegar muy, muy pronto. Wearables que puedan rastrear la fatiga del conductor, que evidentemente tiene un impacto importante en seguridad, rendimiento y eficiencia de la flota”, resume el ejecutivo de Webfleet.
UN 5G muy ‘verde’
Trace un cuadrado de un kilómetro, en Madrid o en dónde usted quiera. Ahora, busque el dato de la densidad de población por kilómetro cuadrado. Por ejemplo, en Madrid le saldrá que, de media, al trazar ese cuadrado habrá encerrado en él a 5.418,47 personas.
Y ahora asuma este dato: en ese kilómetro cuadrado, con el nuevo paradigma de Internet que conocemos como 5G, se podrán conectar un millón de dispositivos. 100 veces lo que es posible hoy. Es decir, que pasamos de que no salgan las cuentas (el número de dispositivos conectados por persona en España ronda el 3,2, por lo que en el caso que estamos hipotetizando, con 4G, habría cobertura para 10.000 dispositivos y una probabilidad alta de que más de 15.000 estuvieran conectados) a que de pronto nos sobre una cantidad de potencia tremenda de conexión a Internet.
Y eso es solo en lo tocante a cuántos dispositivos se pueden enchufar a esa nueva red. Pero es aún más relevante los otros dos grandes datos que abandera el 5G. Las velocidades de conexión, el grosor del caudal de datos, se multiplica por 20 (de 1 a 20 gigas por segundo).
Y tal vez lo más relevante de todo, el tiempo de latencia entre que mandamos una interacción a internet y que esta se ejecuta baja de los 60 a 98 milisegundos a menos de 2 milisegundos. Y ese ahorro, que tal vez no parezca tan espectacular, es lo que permite que se sueñe ya con paradigmas como esto: un cirujano en las antípodas operando a un paciente durante horas con un robot quirúrgico remoto.
Pero hablemos de flotas y telemática.
¿Tiene el 5G mucho que ver en este apartado?
“El 5G es apasionante”, resume, entusiasta, Mario Martínez Marcos (Barcelona, 1979), gerente para España de Targa Viasat, empresa de telemática con la gestión de más de 700.000 vehículos conectados.
“Pero hay que ser cautos de cómo explicar sus ventajas y beneficios. Son tres grandes cosas: precisión, calidad, y, la más importante, la velocidad de obtención del dato. Sobre todo este último aspecto, para una empresa de ingeniería de telemática de solución de IoT como nosotros, nos abre un espectro de soluciones y de posibilidades increíbles”.
Marcos explica en dos ejemplos rápidos cómo se palpa el 5G en problemas concretos que antes de este paradigma tenían mala solución. “Uno de los grandes problemas que tienen los fabricantes con sus BTAs es la frecuencia de entrega de los datos. Ejemplo, hay un fabricante que me entrega la posición de un coche sólo cuando éste quita la llave del contacto. Tú imagínate a mi empresa, que desarrolla una solución de optimización de rutas, de qué le sirve ese dato. Pues de nada. La frecuencia con la que me llega el posicionamiento de mi flota es fundamental para muchas soluciones. Otro ejemplo con la inteligencia artificial. Hablamos de predicción en tiempo real, de ir por delante del suceso o evento, lo que es fundamental para la toma de decisiones. Lo entendemos como padres. Ves a un niño que va hacia una escalera. Si ya puedes hablar con él y te entiende, puedes explicarle cuál es la manera segura de bajarla porque lo has pillado antes de que ponga el pie en la escalera. Para nosotros, es usar el cuerpo, entendiendo como cuerpo la solución de telemática a nuestro cliente, y cuanto antes me anticipe, antes mi podrá tomar la decisión mi cliente y tendrá menos costes”.
Pero este ahorro no solo se cifra en términos económicos.
El 5G y en general todo el cóctel tecnológico que está impulsando tan estelarmente a la telemática, tienen un impacto directo en uno de esos asuntos que no dejamos de analizar, número a número, en Fleet People, el impacto en el medioambiente: “En España se ha fijado la neutralidad en gases de efecto invernadero en 2050. Y eso implica que la venta de vehículos de combustibles híbridos termina en 2035. Creo que, obligatoriamente, cualquier empresa que tenga flota tiene que estar preocupada porque quedan 11 años, para cambiar completamente la tipología de flotas. ¿Es posible un futuro más sostenible? Para nosotros, evidentemente, está claro que sí lo es”, abunda Heike de la Horra, de Webfleet.
“Capacitar a los conductores para que tengan hábitos más seguros y eficientes de conducción. Mejorar la amplificación y optimización de rutas. Invertir en combustibles alternativos y vehículos eléctricos. Hay soluciones”, finaliza el directivo.