La Comisión Europea ha propuesto destinar mil millones de euros adicionales de fondos europeos para el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos en el entorno de la Unión Europea y como parte de un presupuesto total de 4.600 millones de euros a través del Fondo de Innovación de la UE.
Este fondo, diseñado para promover tecnologías net-zero e hidrógeno renovable en el bloque comunitario, busca mitigar la fuerte competencia procedente desde China, además de apoyar a los fabricantes locales en la transición hacia una movilidad más sostenible, según aseguró ayer la institución europea en un comunicado.
El Comisario de la Unión Europea, Wopke Hoekstra, ha afirmado en dicho comunicado “está cumpliendo con sus compromisos para ciudadanos y empresas europeas mediante inversiones estratégicas en proyectos tecnológicos avanzados, baterías para vehículos eléctricos y producción de hidrógeno renovable”.
Los fabricantes europeos de automóviles afrontan dificultades en este momento para proponer una mejor evolución de sus ecosistemas hacia la movilidad sostenible por la caída en la demanda de vehículos eléctricos y su propio desarrollo, que está siendo más lento que lo esperado.
La propuesta de la Comisión Europea tiene como objetivo “fortalecer la capacidad industrial de la región en la producción de baterías, considerada clave para la transición hacia una economía más limpia”.
Este paquete de ayudas está supeditado a su aprobación próxima bajo el seno de la Unión Europea.