El fabricante de automóviles de lujo Jaguar Land Rover (JLR), propiedad del grupo indio Tata Motors, ha ampliado hasta el próximo 1 de octubre el cierre de sus plantas de producción en Reino Unido como consecuencia del ciberataque sufrido a comienzos de septiembre pasado, incidente que ha paralizado la actividad industrial y ha generado dificultades a su red de proveedores, según ha confirmado la compañía en un comunicado.
La empresa ha señalado que está trabajando en planes para reanudar la producción y que ha decidido prorrogar la pausa «para dar claridad sobre la próxima semana mientras se construye el calendario de reinicio gradual de las operaciones y continúa la investigación».
Las tres factorías de JLR en Reino Unido ensamblan alrededor de mil vehículos diarios y la prolongación del parón supondrá un volumen de pérdidas que se estiman en decenas de millones de libras, con buena parte de su plantilla de 33.000 trabajadores sin actividad desde el inicio de la incidencia.
El impacto del ciberataque alcanza también a la cadena de suministro británica, en la que participan numerosas pequeñas y medianas empresas y que en conjunto sostiene 104.000 empleos en el país, de acuerdo con cifras de Reuters.
Riesgo para proveedores y empleo
El sindicato Unite ha alertado tras la situación generada de posibles pérdidas de puestos de trabajo si la coyuntura se mantiene y ha reclamado apoyo del Ejecutivo británico.
Por su parte, el Gobierno de Reino Unido ha informado de que «mantiene conversaciones directas» con Jaguar Land Rover para evaluar las consecuencias sobre la industria auxiliar y sobre el empleo vinculado a la automoción.
La automovilística ha reiterado que el restablecimiento de la producción será «progresivo» y que en los próximos días se irá concretando el calendario de reinicio, condicionado por la resolución de la investigación sobre el ataque.










