Los constructores estadounidenses de automóviles eléctricos premium Fisker y Lucid se han visto obligados a llamar a revisión a 12.500 y 5.200 vehículos en Norteamérica y Europa de sus modelos Ocean y Air por diferentes problemas relacionados con la conducción de sus automóviles.
Así lo han anunciado la propia compañía, en el caso de Fisker, y la agencia nacional de seguridad vial de Estados Unidos, NHTSA, en el caso de Lucid, que no ha emitido en este momento comunicado alguno al respecto.
Para Fisker, inmersa en concurso de acreedores, la llamada a revisión supone un duro revés ya que recientemente solicitó a un juzgado de California que le permitiera vender un stock de miles de unidades de su SUV Ocean a muy bajo precio, pero como medida de urgencia para recabar algo más de liquidez con la que poder afrontar sus pagos inmediatos.
Fisker ha gestionado la llamada a revisión voluntaria de 12.523 unidades de su modelo Ocean de los años 2023 y 2024 por un problema relacionado con el sistema de apertura lateral de sus puertas, que no utiliza manecillas convencionales.
El problema de la apertura —Los tiradores de las puertas pueden atascarse debido a un mecanismo defectuoso— afecta de modo potencial a 8.204 vehículos en Estados Unidos, 513 en Canadá y 3.806 en Europa, si bien Fisker ha asegurado que no cree que exista un defecto real en más del 3% de esas unidades.
De su lado, el también especialista en vehículos eléctricos Lucid, que construye la berlina Air con una autonomía cercana a 800 kilómetros, llamará a revisión a 5.251 de sus vehículos fabricados entre 2022 y 2023 por un error de software que podría provocar una pérdida de potencia en el automóvil.
El anuncio lo ha efectuado la NHTSA, que ha puntualizado además que Lucid deberá llamar a revisión de modo adicional a otros 7.506 Air construidos desde 2022 y hasta la fecha por un problema con los calentadores del refrigerante que provocarían que el parabrisas no se desempañe de modo adecuado.
Lucid Motors fabricó un total de 8.243 vehículos durante el año pasado, con unas ventas de 6.000 unidades, mientras que Fisker, por su parte, fabricó un total de 10.193 unidades del SUV Ocean, pero únicamente consiguió cerrar el ejercicio con 5.000 entregas a clientes.