El grupo automovilístico Stellantis, que sostiene a compañías como Fiat, Peugeot y Jeep, ha anunciado un recorte en sus vehículos facturados a clientes del 19,5% durante su último trimestre, en el periodo julio-septiembre, después de consolidar 1,148 millones de vehículos, 279.000 menos que en el mismo periodo del año anterior.
La compañía ha evitado dar cifras de modo concreto sobre sus ventas a cliente final, es decir, las matriculaciones que se publican habitualmente, y en su lugar ha procedido a informar sobre sus shipments, que según la empresa describe las ventas que las marcas de automóviles del grupo venden —facturan— a sus concesionarios y distribuidores, además de las entregas en el canal retail (a los clientes de la calle) y a flotas.
En la práctica, este método de “envíos consolidados estimados” durante el trimestre, como los ha bautizado la automovilística, supone desconocer cuáles son las ventas reales a clientes del grupo, ya que la facturación ejercida a un concesionario, por ejemplo, no implica necesariamente venta alguna.
En cualquier caso y bajo este prisma, la compañía registró caídas significativas en el trimestre pasado en Norteamérica, con 299.000 unidades y un descenso del 36%, también cedió en Europa (contando con todos los países) hasta 496.000 unidades, un 17% menos, y otro 26% en Oriente Medio y África, con 78.000 entregas facturadas.
La firma aumentó sus entregas en Sudamérica, con 259.000 unidades y un crecimiento del 14%, pero redujo de modo sensible sus cifras en China y Asia-pacífico, con 14.000 unidades y un decrecimiento del 30%.
“El descenso de los envíos fue más severo que el de las ventas subyacentes en el periodo, de aproximadamente un 15%, debido a los impactos temporales de las transiciones en nuestra cartera de productos y a las iniciativas de reducción de inventario de los distribuidores”, ha asegurado Stellantis en un comunicado dirigido a sus inversores.