La Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto) ha pedido un trato “justo” para los nuevos escenarios de movilidad en relación con los puntos de venta de automóviles españoles, tras un periodo de “demonización” del diésel y de una elevada incertidumbre por parte de los compradores de automóviles ante las nuevas tecnologías de los vehículos.
“2019 ha sido un año complicado, quizás algo más que el resto de un último periodo en el que ha habido una demonización del diésel injusta”, ha afirmado el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez (en la imagen), durante su intervención en un encuentro con los medios de comunicación en Madrid.
El directivo explicó que toda la red de concesionarios de vehículos de España “está de acuerdo en la descarbonización”, pero indicó que este combustible “tenía que haber tenido un trato diferente” por parte de las Administraciones.
Durante años, el gasóleo ha sido la principal fuente de alimentación de los automóviles vendidos en nuestro país, con cuotas que superaban ampliamente el 70% de cuota de mercado.
En 2018, la cuota diésel se situó en el 43,4%, con un retroceso en ventas dl 14,7% y en lo que llevamos de ejercicio y hasta noviembre, el peso del gasóleo ha descendido hasta el 36,6% del mercado, con un frenazo en las entregas del 20,2%.
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Hay que decir que el diésel es un combustible absolutamente clave en las flotas de vehículos de largo recorrido por una pura cuestión de costes y eficiencia. En el universo del renting, un automóvil que recorra más de 35.000 kilómetros anuales suele ser, por norma general, diésel.
En este sentido, Gerardo Pérez abogó porque la nueva movilidad cuente con otro tipo de trato por parte de todos los actores del sector de automoción y con la idea de que “muchos otros no se queden fuera”, en alusión a la eficacia real de muchas nuevas formas de movilidad que tienen mucha aceptación en grandes urbes pero escasa o nula presencia en el resto del país.
CAFE para todos
Respecto de la normativa sobre emisiones que obliga a los fabricantes de automóviles a rebajar sus emisiones medias a 95 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido, el primer ejecutivo de Faconauto ha considerado como “desproporcionadas” las medidas incluidas en la normativa CAFÉ (Corporate Average Fuel Economy ) y “bastante difíciles de cumplir”.
“Al final” —ha asegurado Pérez— “será el cliente quien decida si la normativa se cumple o no con sus decisiones de compra. Los concesionarios trabajaremos con los fabricantes de automóviles, pero no somos los responsables de que se cumpla la normativa”.
El directivo consideró también que durante 2020 surgirán nuevas oportunidades en forma de promociones para vehículos ecológicos y, especialmente, los que sean ‘cero emisiones’, “ya que contarán el doble” en la hora de computar para el cálculo de emisiones finales.
No obstante, Gerardo Pérez quiso resaltar, y en relación con el vehículo cien por cien eléctrico, que este tipo de automóviles tienen todavía un largo recorrido para ser considerados como un coche de masas. “Actualmente, solo un 19% de las familias españolas podrían comprar un coche eléctrico, así que hay que tener cuidado de no legislar sólo para las rentas más altas”, anotó.
Para el presidente de Faconauto, un punto en el que las Administraciones deberían incidir con más fuerza sería en los procesos de ITV de los vehículos, ya que en la actualidad pasan este tipo de inspecciones sin problema el 89% de los 16 millones susceptibles de estar sometidos a este examen.
De acuerdo con Pérez, este porcentaje es demasiado elevado y no se correspondería con una realidad de parque en la que los vehículos más antiguos deberían ser apartados de la circulación, por lo que las inspecciones de ITV deberían ser, en opinión del directivo, “más exigentes”.