El 31,7% del parque español de turismos y todoterrenos no cuenta con el distintivo medioambiental, estos son los vehículos más antiguos (modelos de gasolina anteriores a enero de 2000 y diésel anteriores a 2006), según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) recogidos por la patronal de los concesionarios, Faconauto.
Otra parte del conjunto, un 34,3%, tiene la etiqueta B, que corresponde a los turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2000 y de enero de 2006 para los diésel.
La etiqueta C representa un 26,6% del total, y engloba a los turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014. Por último, los vehículos con etiqueta CERO (eléctricos, principalmente) sólo representan el 0,1% del parque y los de etiqueta ECO (híbridos) alcanzan al 1,2% del total.
La patronal ha indicado que estas cifras reflejan el grave problema de la automoción en España por la antigüedad de su parque y ha llamado la atención sobre su impacto medioambiental. Así, los vehículos sin etiqueta son responsables del 70% de las emisiones de NOx y partículas en los núcleos más poblados.
Faconauto ha recordado que la mejor opción para avanzar hacia una movilidad más sostenible y abordar de manera urgente el cumplimiento de los objetivos europeos sobre cambio climático y calidad del aire, es apostar por la renovación del parque, es decir por achatarrar los vehículos sin etiqueta para sustituirlos por otros que sí dispongan de etiqueta, particularmente si ésta es CERO y ECO, o C para las rentas medias y bajas.
En este sentido, Marta Blázquez, vicepresidenta ejecutiva de Faconauto, ha afirmado que «La mejor manera de avanzar hacia una movilidad descarbonizada y sostenible es matricular un vehículo nuevo, independientemente de la etiqueta que tenga. En la actualidad disponemos de tecnologías maduras que nos permiten reducir de manera sustancial las emisiones, como son los vehículos gasolina y diésel de última generación, o las alternativas de gas (GNC, GLP). Éstas tienen todavía que jugar un papel fundamental para avanzar en este periodo de transición que estamos viviendo y en el que son la única oferta medioambientalmente sostenible para todos los bolsillos. Al mismo tiempo, hay que propiciar la llegada de modelos eléctricos e híbridos. Lo que no podemos permitirnos, desde un punto de vista medioambiental y de seguridad vial, es que todavía haya en circulación tantos vehículos sin etiqueta. Ante la falta de Gobierno, son las comunidades autónomas las que pueden dar respuesta a esta urgencia, como ya han hecho el País Vasco o Galicia».