El fabricante chino de vehículos eléctricos BYD ha confirmado que su planta en Szeged (Hungría) comenzará a producir automóviles a finales de este mismo año.
La confirmación la ha realizado Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de la compañía, durante el Salón del Automóvil de Múnich, donde ha señalado ante los periodistas que «esto demuestra que estamos en Europa para quedarnos».
El primer modelo que saldrá de la línea de producción será el compacto Dolphin Surf.
Con anterioridad se había informado de que la puesta en marcha de la factoría podría retrasarse hasta 2026 y que inicialmente produciría vehículos por debajo de su capacidad nominal.
Esta factoría será el primer centro europeo de producción de turismos de BYD y se añade a la planta de autobuses eléctricos que la compañía ya opera en Komárom, en Hungría.

BYD ha invertido más de 4.000 millones de euros en esta nueva instalación, cuya capacidad anual podría alcanzar las 200.000 unidades.
Con esta estrategia de localización, el grupo busca limitar su exposición a los aranceles aplicables en la Unión Europea a los vehículos chinos importados y consolidar su presencia frente a competidores como Tesla y los grandes constructores europeos.
El fabricante fijó en mayo pasado, además, su sede europea en Budapest junto a un centro de I+D dedicado a tecnologías de electrificación.
El valor de la acción de BYD cerraba en la última sesión bursátil de Hong Kong en 105,60 dólares de Hong Kong por título, lo que al cambio actual equivale a 11,58 euros y en comparación con los 85,80 dólares —9,40 euros— registrados al inicio del ejercicio, lo que refleja una revalorización en el valor de sus títulos del 23,2%.










