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Zazous: la verdadera historia de los ‘swingers’ más molones

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Juan Arús
Juan Arús
Periodista económico apasionado en transformar objetivos en resultados, Juan Arús (Madrid, 1975) ha trabajado para diversos medios de comunicación escritos de España, generalmente económicos y habitualmente en las secciones de Empresas y Automoción. Gran aficionado a la moda masculina, cuenta con un vasto repertorio de artículos de referencia publicados sobre vestuario clásico en diferentes medios. Edita y dirige Fleet People desde 2015.

They wore their hair long, Oxford fashion, and carefully curled, and carried Umbrellas, an dressed in ‘zoot suits’

«The Prime of Life». Simone de Beauvoir, 1960

 

París. Junio de 1942. Apenas han pasado unos días desde que los nazis han implementado la vejatoria Octava Ordenanza, que obliga a todos los judíos de la Francia ocupada a mostrar una estrella amarilla en el pecho en la que figuraba la designación: Judío.

Un grupo, una subcultura, cientos de jóvenes protestan contra la medida portando las mismas estrellas en el pecho, solo que mostrando en ellas las palabras Zazou o Swing.

Si el nazismo señalaba a unos, ellos también portarían la misma carga de humillación.

 

Inconfundibles. Pantalones extra anchos, chaqueta enorme y un tupé imposible: un genuino ‘zazou’ poniendo música en un gramófono en la época del París ocupado, en una de las escasísimas fotografías acreditadas que existen de esta subcultura. FOTOGRAFÍA: ALBERT HARLINGUE / ROGER VIOLLET
Inconfundibles. Pantalones extra anchos, chaqueta enorme y un tupé imposible: un genuino ‘zazou’ poniendo música en un gramófono en la época del París ocupado, en una de las escasísimas fotografías acreditadas que existen de esta subcultura. FOTOGRAFÍA: ©ALBERT HARLINGUE / ROGER VIOLLET

 

Con un toque de fina ironía, claro. Unos valientes.

Jóvenes. Rebeldía. Toda una declaración de intenciones. No formaban parte estrictamente de la Resistencia, pero su forma de exhibirse, básicamente a través de su modo de vestir junto con sus gustos musicales, supuso una auténtica protesta simbólica que ha impactado hasta nuestros días.

Y, como siempre, con la moda masculina en el centro de todo.

"Diremos lo que queramos... Pero así somos aún más zazous". Viñeta publicada en ‘Les Optimistes’, Au Pilori, 18 de junio de 1942.
«Diremos lo que queramos… Pero así somos aún más zazous». Viñeta publicada en ‘Les Optimistes’, Au Pilori, 18 de junio de 1942. La pareja lleva, en señal de protesta, la estrella que los nazis acoplaban a la vestimenta de los judíos para señalarnos.

Pero echemos la vista atrás.

Para entender a los zazous en todo su contexto, hay que comprender cómo surgieron y las fuentes de las que bebieron.

En su conjunto, la practica generalidad global atribuye a los zazous un modo de vestir prácticamente calcado al estilo zoot suit, y no sin razón.

Los zootsuiters se caracterizaban por utilizar pantalones extra anchos de talle alto, zapatos generalmente bicolores con suela también generalmente ancha, chaquetas más que amplias y un sombrero de ala ancha con pluma opcional.

Un 'zootsuiter' anónimo posa para la cámara, en una imagen sin data. FOTOGRAFÍA: ULOC
Un ‘zootsuiter’ anónimo posa para la cámara, en una imagen sin data. FOTOGRAFÍA: ULOC

 

Si recuerdan al personaje que interpreta Jim Carrey en el filme La Máscara, ahí tienen a un zootsuiter, un amante del swing y del boogie que utilizaba la ropa a finales de los años 30 para marcar territorio, aunque su esencia era una forma de protesta.

 

Los zootsuiters más reconocidos en el plantea eran los Pachucos, chicanos que habían emigrado a Estados Unidos en busca de una mejor vida y que querían demostrar que su forma de vestir era esa, y que lo era tanto en las calles de Los Ángeles como en las de Nueva York.

El gran actor y cantante mexicano Germán Valdés, uno de los grandes agitadores de la vestimenta 'pachuca'.
El gran actor y cantante mexicano Germán Valdés, uno de los grandes valedores de la vestimenta ‘pachuca’.

 

Hay que poner en contexto todo.

Inmigración, racismo, malas caras.

Eso les ocurría a los Pachucos en muchos lugares. Y eso les sucedía a los judíos, salvando las distancias lógicamente, en Francia y en el mundo.

tres hombres portando diferentes composiciones de 'zoot suit',, en 1946, en un lugar indeterminado de EEUU. FOTOGRAFÍA: OLLIE ATKINS
Tres hombres portando diferentes composiciones de ‘zoot suit’, en 1946, en un lugar indeterminado de EEUU. FOTOGRAFÍA: OLLIE ATKINS

 

Zazous: Buscando el origen

El estilo zoot suit pudo nacer en Inglaterra, al menos en lo que se refiere a los pantalones extra anchos, que estuvieron muy de moda —e incluso prohibidos en determinados lugares— en Londres en los años 20. Los geniales baggy trousers

A finales de los años 30, el traje de chaqueta muy ancho era muy popular entre las grandes estrellas de Hollywood del momento, algo que deslumbraba a los Pachucos al cruzar la frontera con Estados Unidos.

Típica vestimenta de Zazou. DIBUJO: JEAN-NO (TALKS / CONTRIBUTION)

 

Películas como Lo que el viento se llevó, de 1939, mostraban a un Clark Gable con anchos trajes. Y no solo eso. Ahí estaba el “jefe” de todo, el jazzista Cab Calloway que hizo del zoot suit su santo y seña, y del que los propios zazous tomaron el nombre. La canción Zaz Zuh Zaz de 1933 de Calloway tiene la culpa, con sus primeras dos palabras convenientemente contraídas (zazzuh).

Cab Calloway.
Cab Calloway.

 

El primer registro de un zoot suit en Estados Unidos data de 1940 —el primer encargo en tienda—, aunque quien se autoproclamaba como su creador, el sastre Harold C. Fox (aseguraba que un día se puso a pensar en cómo llamar a ese tipo de traje, cogió el diccionario, miró por la zeta y buscó palabras que rimaran con suit [traje en inglés] y, al repetir varias veces suit, le salió zoot, así que unió ambas voces) reconocía que, básicamente, era un atuendo que se veía con mucha asiduidad en las calles a partir de la segunda mitad de los años 30 y que en varias ocasiones pensó en ‘bautizarlo’ en esa época, aunque no lo hizo.

Los zoot suits también eran una fuente de protesta en sí mismos.

La Segunda Guerra Mundial trajo tremendos racionamientos, incluso con la ropa, por lo que subculturas como los zazous, los Pachucos o los swingers kids alemanes aportaban ese extra de protesta al respecto.

¿Tengo que racionar mi vestimenta? Toma dos tazas.

El 18 de febrero de 1942, el Gobierno de Preguerra de Estados Unidos prohibió, a través del WPB (War Preparedness Board) los pantalones con pinzas, con vuelta (turn-ups) y las chaquetas largas, con la idea general de ahorrar en tejido y racionar recursos de cara a la inminente entrada del país en la Segunda Guerra Mundial.

 

Racionamiento, similitudes

Las políticas de estricto racionamiento también afectaron a la ropa en París, y no era cualquier sitio, sino el epicentro de la moda mundial, para muchos, con el permiso de Londres. Eso también sucedería en 1942 en París —bajo ocupación alemana desde 1940—, donde los zazous se aprovecharon también para convertir su modo de vestir en un modelo de lucha antinazi.

Otras grandes similitudes entre los zazous y los zootsuiters reside en la música, uno de los epicentros que lo mueve absolutamente todo alrededor de su manera de ser, de comportarse y de protestar.

En Francia y bajo las órdenes de Pétain,  el baile, en general, estaba fuera de la ley porque se observaba como inmoral. Y casualmente, Cab Calloway y Benny Goodman, dos de los reyes del Swing y del Jazz del momento, eran judíos.

Tanto el Jazz como el Swing eran considerados músicas judía y negras, y eso no era permisible por los nazis, que buscaban la “purificación” de las naciones.

Pero a finales de los 30, el Swing estaba más que de moda en Europa.

Y los zazous eran amantes del Swing, aunque no los únicos, claro.

 

Otra de las muy difíciles de obtener imágenes de un auténtico ‘zazou’, fechada en París en enero de 1944, poco antes de la liberación de la ciudad francesa. // FOTOGRAFÍA: ALBERT HARLINGUE / ROGER-VIOLLET
Otra de las muy difíciles de obtener imágenes de un auténtico ‘zazou’, fechada en París en enero de 1944, poco antes de la liberación de la ciudad francesa. // FOTOGRAFÍA: ©ALBERT HARLINGUE / ROGER-VIOLLET

 

En 1940 se emitían unas tres horas mensuales de esta música en una de las radios principales de París —Radio Paris—, y seis meses más tarde su programación había pasado a casi 40 horas mensuales.

Esa fiebre musical recorría Estados Unidos y Europa. En la propia Alemania, aun bajo el control de los nazis, despuntaban los swing kids alemanes (imperdible el filme al respecto Rebeldes del Swing), que guardaban muchas similitudes con los zazous. Para muchos, y de hecho, estos últimos son una de las raíces que surgieron en muchos lugares gracias al culto al Swing.

 

Pelo largo, chaquetas  largas de cuadros inglesas, zapatos con suelas gruesas, bufandas enormes, sombreros y paraguas independientemente de si hay lluvia o no. Así eran los swingers y así los definían las instituciones alemanas.

Los zazous se diferenciaban de ellos por un tipo de peinado algo diferente y un marcado tupé —más rockabilly—. Y por la insignia en la pechera, por supuesto.

La estrella que los nazis colocaban en la pechera de las prendas que utilizaban los judíos, convenientemente 'cutomizada' por los 'zazous' con ese mismo nombre, en señal de rebeldía y protesta. También la portaban en sus ropas.
La estrella que los nazis colocaban en la pechera de las prendas que utilizaban los judíos, convenientemente ‘cutomizada’ por los ‘zazous’ con ese mismo nombre, en señal de rebeldía y protesta. También la portaban en sus ropas.

 

Tal fue la influencia de los swingers y de los zazous en el concierto alemán que el propio y temible Himmler sugirió en 1942 que había que enviar a campos de concentración a todos estos swingers. Y lo mismo se sugirió en Francia, donde se prohibieron las salas de música y la emisión de Jazz y de Swing.

 

Una estrella nazi, también customizada por los 'swingers'
Una estrella nazi, también customizada por los ‘swingers’.

 

La venganza de los ‘Petit Swings’

Llamados en un primer momento Petit Swings, los zazous rechazaron de plano estas prohibiciones y se enfrentaron con sus zoot suits y sus pines de estrella a la Policía local francesa y alemana.

Concentrados por lo general en la terraza del café Pam Pam de los Campos Elíseos y cerca de la Sorbona, su tipología correspondía a la clase media e incluso alta.

No pertenecían a estratos humildes, como pudiera ser en el caso de los Pachucos.

“Aquí está el espécimen de Ultra Swing de 1941: Cabello colgando hasta el cuello y recogido en un mechón desordenado, bigote pequeño a lo Clark Gable, zapatos con suelas demasiado gruesas y andar sincopado”, apuntaba un magacín fascista de la época sobre los zazous, que también tuvieron un gran protagonismo a través de las mujeres zazou, caracterizadas por el uso de trenzas y rizos muy largos, tupé, gafas de sol y lápiz de labios brillante, además de chaquetas con hombreras prominentes, medias de rayas, faldas cortas plisadas y zapatos con suela gruesa. Desafortunadamente, no hemos podido encontrar ninguna imagen disponible para mostrarles el extremadamente interesante look de las mujeres zazous de la época.

 

A partir de 1940, la propaganda nazi redactó y publicó cerca de 80 artículos de prensa diferentes en los que ridiculizaba y atacaba sin ambages a los zazous, a quienes acusaba de ser antipatriotas, degenerados y cortos de moral.

Se convirtieron en los enemigos públicos de las juventudes populares fascistas francesas, cuyo lema era Scalp the Zazous, un macabro juego de palabras con scalp, que sirve para denominar tanto el cuero cabelludo como apalear.

Les atacaban con máquinas cortapelos, les detenían y les enviaban a trabajar al campo.

La liberación de París, en agosto de 1944, sacó del ostracismo a los zazous que, hay que reconocerlo, hicieron mucho ruido con sus ropajes y actitud desafiante para contarse apenas por unos cientos.

Pero unos cientos de primera.

 

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