El fabricante de automóviles Skoda ha lanzado al mercado corporativo y de flotas el nuevo Octavia, una berlina con unas capacidades dinámicas magníficas que en su cuarta generación destaca por una oferta de propulsores muy eficiente y por una apariencia externa e interior netamente ‘premium’.
“Siempre nos hemos caracterizado por proponer vehículos que aporten un plus claro al sector de las flotas, con elementos muy cuidados, especialmente en el ámbito del espacio y de la habitabilidad”, ha asegurado el primer ejecutivo de la compañía en España, Fidel Jiménez De Parga, durante la presentación del vehículo en Madrid.
El nuevo Octavia cuenta con un maletero de 600 litros de capacidad en la versión convencional que puede alcanzar 1.555 litros con los asientos abatidos, un espacio para almacenamiento que se sitúa entre 640 y 1.700 litros en el caso de la berlina.
Se trata de volúmenes que sitúan a este vehículo en primera línea de su segmento, e incluso poniendo en algo más que aprietos a automóviles de encaje teóricamente superior, como el Peugeot 508, por ejemplo.
En el caso de las plazas traseras, el Octavia ofrece 7,8 centímetros más de espacio libre respecto del asiento delantero, lo que igualmente le sitúa como la referencia del segmento ‘B’, con un máximo marcado hasta la llegada de este modelo de 7,2 centímetros libres.
Nuevo Octavia: buenas impresiones dinámicas
Hemos tenido la oportunidad de rodar con el Octavia, y las impresiones son francamente positivas. Sobre todo desatacamos la inmediata sensación de familiaridad que transmite en cuanto uno se sienta al volante. Todo es suave, amplio y los elementos están muy bien rematados.
La unidad que hemos elegido, un Combi TDI de 150CV de potencia con cambio automático DSG, será un buen complemento para la estrella diésel para flotas del modelo, con 115CV de potencia.
Aunque uno es bastante grande, la posición de conducción es firme y fácil de conseguir a los pocos kilómetros.
El tablero de instrumentos se lee con facilidad, y más si la unidad dispone de virtual cockpit frontal, un elemento al que se puede acceder a partir de la segunda llave de equipamiento —Ambition—.
La guinda la ofrece el ‘head-up display’ proyectado en la pantalla, la primera vez que se ofrece en un Skoda, que aporta claridad en la visión y seguridad al no perder la vista ni un instante de la carretera.
La composición del puesto de conducción, como indicábamos antes, es fantástica y nos gusta mucho cómo se dispone el tablero lateral de información, ligeramente ladeado y presidido por una pantalla táctil que se maneja de un modo muy sencillo. Es muy intuitiva y muestra accesos rápidos a los dos elementos principales que más utilizamos, la navegación y la climatización.
El nuevo Skoda Octavia es dos centímetros más largo que la tercera generación en la versión Combi y 1,5 centímetros en el caso de la berlina, con 4,68 metros de longitud.
El consumo en ciclo wltp para el diésel 115 en ciclo combinado es de entre 3,9 y 5,1 litros con unas emisiones de 102 gramos.
Híbrido enchufable, puede encajar en muchas empresas
Con unos consumos en ciclo WLTP para el diésel de 115CV en ciclo combinado de entre 3,9 y 5,1 litros y unas emisiones de 102 gramos, el nuevo Octavia se presenta inicialmente en el mercado corporativo con el acabado Ambition (el de acceso Active llega en septiembre).
El Ambition incluye ya de serie climatizador automático, virtual cockpit, sensor de aparcamiento delantero y trasero, control de velocidad y volante multifunción, entre otros.
De su lado, y dentro de las ofertas de propulsión, la versión híbrida enchufable es capaz de recorrer hasta 50 kilómetros en autonomía exclusivamente eléctrica y también será un puntal de acercamiento para las flotas de vehículos.
“Es un vehículo que puede encajar muy bien por sus características sostenibles en las empresas y, además, en función de los kilómetros que se hagan es una solución muy posible para muchas compañías”, ha asegurado Fidel Jiménez De Parga.
