El estudio, realizado por Fesvial y Fundación CNAE, en colaboración con Fundación ONCE, ha puesto de relieve, que cerca de medio millón de personas en España padece alguna discapacidad que les afecta a la conducción de vehículos, pero sólo unas 60.000 tienen prescrito el uso de adaptaciones en su vehículo.
El objetivo de este estudio de Fesvial es conocer la realidad que viven las personas con discapacidad en España respecto a la conducción, y analizar las dificultades a las que han de enfrentarse, no solo para conducir, sino también para acceder a los permisos.
El director general de Fesvial, Javier Llamazares, ha comentado que “las dificultades de los discapacitados a la hora de obtener el permiso de conducir, ya que pocas autoescuelas en España tienen los recursos necesarios para llevar a cabo una formación óptima para este sector de la población. Desde Fesvial se solicita que las administraciones públicas ayuden a estas autoescuelas a incluir estos recursos, ya que menos del uno por ciento de las autoescuelas españolas están preparadas para la formación de personas con discapacidad”.
En los últimos años, las nuevas oportunidades para las personas con discapacidad han hecho que de nuevo se hable de la necesidad de redefinir el equilibrio que garantice su seguridad y la de los demás usuarios de la vía.
Roberto Ramos, director de Formación en la Fundación CNAE, alerta de que los profesores de autoescuelas “no están totalmente preparados para formar a alumnos discapacitados. En este sentido la legislación y el propio Reglamento General de Conductores presenta lagunas ya que no prevén qué tipo de adaptaciones hay que contemplar”.
La presentación de este estudio tuvo lugar en la sede de Fundación ONCE en Madrid en el marco de una jornada titulada ‘Discapacidad y acceso al permiso de conducción’ y que contó con la presencia de María José Aparicio, subdirectora adjunta de Conocimiento Vial de la Dirección General de Tráfico; Jesús Hernández, director de Accesibilidad Universal de Fundación ONCE; Javier Llamazares, director de FESVIAL, y José Miguel Báez, presidente de la Fundación CNAE.
Aparicio puso de manifiesto la importancia que tendrá esta jornada a la hora de reformar el Reglamento General de Conductores y la normativa por la que se rigen los Centros de Reconocimiento de Conductores, que, según dijo, deberán ofrecer mayor formación sobre discapacidad a sus profesionales.
“Necesitamos seguir especializando a los médicos que se encargan de reconocer a nuestros conductores”, afirmó la subdirectora adjunta de Conocimiento Vial de la DGT.
Este estudio ha permitido comprobar que en la mayoría de los casos, la discapacidad no está necesariamente reñida con la conducción. Sin embargo, algunas personas se encuentran con obstáculos importantes a la hora de poder ejercer su derecho a conducir, o más concretamente, a la hora de poder acceder a un permiso de conducción.
Resulta llamativo que más de un 8% de las personas que obtuvieron el permiso de conducir tras su discapacidad se vieron obligadas a poner a disposición de la autoescuela un vehículo adaptado a sus necesidades.
Las personas que no consiguieron obtener el carnet, mencionan en mayor medida problemas en el proceso y, en general, lo valoran peor, con una diferencia notable que va de los 7 puntos sobre 10 de media en el caso de las personas que obtuvieron el permiso a los 4,73 puntos sobre 10 en el caso de las que no.
Estas dificultades ponen de manifiesto la necesidad de mejora en el proceso de obtención de los permisos de conducción, a fin de conseguir la igualdad de oportunidades en el acceso al permiso, que tan importante es en términos de autonomía para las personas con discapacidad, y que puede contribuir a mejorar en justicia en nuestras sociedades, sin por ello bajar la guardia en el reto constante que supone la seguridad vial.